Miércoles 21 de junio de 2023, p. 2
El agotamiento y golpe de calor son enfermedades graves que pueden provocar la muerte de las personas si no reciben atención médica oportuna, advirtió Arturo Díaz, coordinador de Programas Médicos en la División de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Los más vulnerables son los niños, de recién nacidos a los cinco años de edad; adultos mayores, personas con enfermedades crónicas o aquellas que producen deshidratación, como gastroenteritis; también quienes viven con padecimientos que disminuyen su sistema de defensas.
Comentó que el problema se puede prevenir con evitar permanecer en lugares cerrados con altas temperaturas y no realizar actividades físicas entre las 11 y las 18 horas, periodo en el que se registra la máxima exposición solar
Explicó que el agotamiento y golpe de calor se caracterizan por el aumento de temperatura corporal que el organismo no tiene la capacidad de regular.
En ambos casos, los afectados presentan sudoración, dolor de cabeza, sed, agotamiento y enrojecimiento de cara. Requieren hidratación continua con agua potable y acudir a valoración médica. Los derechohabientes del IMSS pueden asistir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF).
Con el golpe de calor además se afectan funciones básicas que se manifiestan por la pérdida o disminución del estado de alerta, confusión, desmayo, dificultad para respirar y/o palpitaciones, señaló el especialista.
La primera medida a tomar con los afectados es evitar que sigan expuestos al ambiente caluroso. En la medida de lo posible se deben refrescar, con atomización con agua o un abanico, aflojar las agujetas de zapatos, desabrochar botones y cinturones. Enseguida, llevarlos a los servicios de urgencias.
Ropa ligera
Durante la época de calor, además de las medidas preventivas mencionadas, las personas deben procurar usar ropa fresca, gorras, sombreros y sombrillas; mantenerse hidratadas y continuamente tomar agua potable; evitar el consumo excesivo de café y bebidas endulzadas y alcohólicas, así como el tabaco. Las personas con enfermedades crónicas deben apegarse a los tratamientos establecidos.
En el caso de mascotas (perros, gatos y otros animales domésticos), las medidas de prevención son similares que en los seres humanos. Si presentan algún cambio de comportamiento, disminución en la frecuencia y la cantidad de orina, aumento de temperatura corporal, vómito, diarrea o temblores, se les debe llevar con un veterinario de forma inmediata, indicó.