La compañía Los Vecinos Ocultos lanza la primera puesta en escena para cuidar la biodiversidad
Jueves 22 de junio de 2023, p. 9
Después de ver la puesta en escena Sueño de un colibrí: En el mundo oculto de los polinizadores, en las áreas verdes del Centro Nacional de las Artes, el público podría tener el deseo de crear un jardín con flores en su casa, en la calle o en alguna escuela.
Protagonizada por una abeja, la obra es la primera campaña de teatro permanente para cuidar la biodiversidad
, expresa su autor y director, José Guadalupe Orozco Almanza. La intención, según el naturalista, es que el espectador se enamore de los polinizadores y participe con la sociedad en su protección y cuidado.
Mañana y el siguiente viernes, los asistentes a la función al aire libre se transformarán en una dalia o una planta de lavanda, con las que interactuarán una abeja (Alejandra Piastro) y un colibrí (Diego Alejandro). La percusionista Myrna Yam y el guitarrista Giovanni Laposse proveerán los efectos especiales. Yam, caracterizada de mariposa monarca, tocará los troncos del árbol donde vive para representar el vuelo de una abeja, o cuando ésta choca con un automóvil. Laposse, que interpreta a un grillo, le cantará a la vida para ganársela.
La polinización, explica Orozco Almanza, se puede realizar a través del aire o el agua, aunque también por medio de los animales que transportan el polen del órgano masculino al femenino de la flor, como lo hace un colibrí cuando mete su pico para extraer su néctar. Algunos mamíferos que efectúan este servicio ambiental
son el satanizado
murciélago, el tlacuache, el cacomixtle y la ardilla. La crisis llega cuando no hay flores qué polinizar, entonces se pierden la mitad de las poblaciones de polinizadores, como pasa en la capital del país
, advierte Orozco Almanza, quien por casi dos décadas trabajó en diversas dependencias gubernamentales en el diseño de políticas públicas, por ejemplo, en el sistema local de áreas protegidas de la Ciudad de México.
“Establecimos programas de monitoreo de la diversidad biológica en los que distinguí los rasgos de la fauna y la flora que había en estas regiones. Más de la mitad de la superficie de la ciudad es una enorme área natural protegida e interconectada con más de 5 mil especies silvestres. Me quedé asombrado y dije: ‘Esto lo tiene que conocer la sociedad’.”
Y allí está el reto, debido a que las dependencias tienen limitaciones: No tienen presupuesto para hacer difusión, no existe la visión adecuada para divulgar esto entre la sociedad; hay mucha burocracia que te impide hacer lo que sea, porque no puedes hacer nada si no le pides permiso al jefe, quien, a su vez, tiene que pedírselo al suyo
.
De esta manera, surgió el interés de Orozco Almanza por la educación y comunicación ambiental para conservar la biodiversidad
, y se dio cuenta de que el teatro es un instrumento de educación que genera conciencia; sin embargo, no se utiliza con esos fines. Se dirigió, entonces, a instituciones que realizan teatro, como la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y estableció contactos con los actores. Los que más le interesaron fueron aquellos que cantaban, bailaban y tenían una buena expresión corporal.
En seguida, el promotor del patrimonio biocultural se sentó a crear las historias y ahora cuenta con más de 100 obras de teatro escritas y producidas con vestuario, música y letras. Su compañía de teatro se llama Los Vecinos Ocultos, ya que así se refiere a las especies silvestres.
Frente a la presente onda de calor, y debido a que las abejas son las primeras en morir ante la falta de agua y flores, Orozco Almanza ideó Sueño de un colibrí. La obra contribuye a la conservación del animal más importante del planeta, que está conectado a otros polinizadores desconocidos
.
Sueño de un colibrí: En el mundo oculto de los polinizadores se presentará mañana y el próximo viernes a las 17 horas en las áreas verdes del Centro Nacional de las Artes (avenida Río Churubusco 79, colonia Country Club). En las funciones se montará el primer museo móvil de la biodiversidad
, que pregona: no compre animales salvajes, mejor adopte un peluche, pero de conejo teporingo, de vaquita marina o de un lobo mexicano gris
.