Lunes 3 de julio de 2023, p. 3
París. Estados Unidos se reintegró el viernes a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), de la que salió durante el mandato de Donald Trump, con apoyo de una amplia mayoría de los miembros de esta agencia de la Organización de Naciones Unidas, pero con la oposición de Rusia y China.
La demanda de readmisión fue aprobada durante una conferencia general extraordinaria de la organización consagrada a la educación, la ciencia y la cultura por 132 votos a favor, 10 en contra y 15 abstenciones.
La resolución fue adoptada
, proclamó el presidente de la asamblea, el brasileño Santiago Irazabal Mourao, lo que desencadenó aplausos.
Estamos realmente felices por este apoyo (...) Es muy importante para nosotros formar parte de esta organización multilateral
, expresó la embajadora de Estados Unidos en Francia, Denise Bauer.
Es un gran día, un momento histórico
, celebró la directora general de la Unesco, Audray Azoulay, y destacó una respuesta extremadamente clara, favorable por más de 90 por ciento de los Estados votantes y presentes
.
Varios países expresaron su satisfacción tras el voto. Todos dentro (de la Unesco), mucho mejor
, reaccionó una diplomática argentina. Este regreso refuerza el multilateralismo
y las finanzas de la organización, afirmó un diplomático español.
Entre los países que votaron en contra figuran Irán, Siria, China y Rusia, que multiplicó los procedimientos y enmiendas para retrasar la votación.
Estados Unidos anunció en octubre de 2017 su salida de la organización, al denunciar su persistente sesgo antiisraelí
. Su partida, junto a la de Israel, se hizo efectiva en diciembre de 2018. Pero Washington ya había suspendido su aporte financiero a la Unesco en 2011, con Barack Obama en la presidencia, cuando Palestina ingresó en la agencia. Esto supuso un durísimo golpe financiero para la entidad, al privarla de 22 por ciento del presupuesto anual.
Pero este mes el gobierno de Joe Biden propuso, en una carta a Azoulay, un plan
de reintegración a la organización, que tiene su sede en París.
El viraje se produce en un contexto de creciente rivalidad con China, que aspira a consolidar su emergencia como actor de primer plano en un nuevo orden mundial multilateral, un proceso en el cual la Unesco tiene un papel destacado.
El jefe de la diplomacia estadunidense, Antony Blinken, aseguró en marzo que la ausencia de su país en la agencia permitía a China imponer su criterio en temas cruciales como la inteligencia artificial.