Miércoles 16 de agosto de 2023, p. 19
El cobro de impuestos entre personas físicas se disparó 20.4 por ciento anual durante la primera mitad de 2023, impulsado sobre todo por las actividades de arrendamiento, los ingresos por intereses y las actividades a través de plataformas tecnológicas, exhibió el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Durante la primera mitad del año, se recaudaron 66 mil 466 millones de pesos entre personas físicas, un incremento de 14 mil 670 millones de pesos respecto a lo registrado en el primer semestre de 2022.
Ese despegue en la recaudación entre personas físicas –término para diferenciar a los individuos de las personas morales
, concepto que engloba a empresas y asociaciones– se debe a un avance en la mayoría de los regímenes fiscales, con excepción de residentes en el extranjero sin establecimiento permanente en México.
Los avances más altos se dieron en el régimen de actividades empresariales con ingresos mediante plataformas tecnológicas. Con él se recaudaron 834 millones de pesos en la primera mitad del año, 28.5 por ciento superior a lo registrado en el periodo comparable de 2022.
Los ingresos por intereses avanzaron 24 por ciento, de la mano de un incremento histórico en las tasas de referencia, la del Banco de México se encuentra en 11.25 por ciento. En este tipo de régimen, el SAT reportó una recaudación de 5 mil 140 millones de pesos.
Avanza el Resico
La recaudación por arrendamiento alcanzó 15 mil 762 millones de pesos, 23.4 por ciento más que lo reportado en la primera mitad del año pasado. A la par, los ingresos derivados del Régimen Simplificado de Confianza (Resico) avanzaron 21.5 por ciento en personas físicas.
Los 9 mil 413 millones de pesos recaudados a través del Resico –la apuesta de esta administración para evitar una reforma fiscal– representaron 14.3 por ciento de la recaudación de personas físicas.
En el resto de regímenes también avanzó la recaudación. En actividades empresariales y profesionales (9 por ciento); en ingresos por dividendos para socios y accionistas (2.1); en incorporación fiscal (6.2), y demás (5 por ciento). La excepción fue el esquema para residentes en el extranjero sin establecimiento permanente en México, donde los ingresos cayeron 345.1 por ciento.