Siglo XIV y libros de texto // Iglesia viola la Constitución // Cruzada contra los infieles
on el pretexto de los libros de texto gratuitos, los curas están alebrestados y, como siempre, levantan el estandarte anticomunista disfrazado de fe
. Acusan, de la mano de políticos y organizaciones de la derecha más inculta (aunque suene a pleonasmo), que el objetivo de tales ejemplares no es educar, sino ideologizar
a los alumnos, cada día más apartados del oscurantismo por ellos impuesto desde hace 2 mil años.
Los representantes de la fe
se pasan por el arco del triunfo el artículo 130 constitucional u olvidan
que los ministros de culto no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo en favor o contra candidato, partido o asociación política alguna. Tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios
. De la mano, partidos de derecha, funcionarios, organizaciones de la sociedad civil
manipuladas por la Iglesia, padres de familia varados en el siglo XIV y, desde luego, empresas editoriales que ya no gozan de las mieles, valuadas en miles de millones de pesos, que gobiernos anteriores les proveía por imprimir libros ideologizantes
.
Aferrados a que la tierra es plana y el conocimiento es dañino
para la fe, los ensotanados despotrican, repiten sus dogmas milenarios, amenazan con el juicio final
a todo aquel que ose llevarles la contraria y con descaro se meten en decisiones de Estado, de las que, por ley, deben abstenerse. Viva la ignorancia, muera la ciencia
. Desde la Iglesia, ¿qué hacen los curas si no ideologizar a su feligresía, mantenerla en el atraso e imponerle arcaicas creencias? Pero los ensotanados, que legalmente no pueden participar en la vida política del país, recurren a sus antediluvianos seguidores incrustados en la política nacional para violar la Constitución.
La Jornada (Carolina Gómez y Andrea Becerril) informa: “desde el púlpito, el obispo de la diócesis de Aguascalientes, Juan Espinoza Jiménez, invitó a los fieles a sumarse a la protesta que realizará el Frente Nacional por la Familia (otra organización santa
) contra los libros de texto gratuitos, pues asegura que los materiales educativos son parte de un modelo de educación con tendencia marxista, ideológica y política, y todo ello puede desorientar a nuestros niños y adolescentes”. Alabado sea el Señor.
Algo más: “en la misa dominical de la semana pasada, realizada en la catedral de ese estado, exhortó a asistir a la movilización, y lo mis-mo se hizo en la mayoría de los templos de la entidad. El prelado dio los datos precisos del sitio en el centro de la capital del estado desde donde saldrá la marcha, a fin de que los feligreses tuvieran la información concreta de la protesta. ‘Los invitamos, es un aviso que nos piden (¿quién) que demos en las misas; es un tema central e importante, del que quiero hacerles (tomar) conciencia… Si en un momento nos impusieran esos libros, yo pediría mucho a los padres tener mucho cuidado y estar muy atentos para reforzar la educación en sus casas’” ( ídem).
Pero no sólo los curas (son libros de adoctrinamiento ideológico
, propagandísticos y adoctrinadores
, atentan contra la moral
, representan ¡¡¡un fuerte retroceso en la educación!!!
, etcétera) promueven el oscurantismo. Como muestras, ahí están la gobernadora panista de Chihuahua, Maru Campos, otra cruzada contra los infieles (los libros incluyen alto contenido ideologizante que mina la libertad de las familias, los derechos humanos y de las instituciones
); el impresentable Marko Cortés (“invitó a la ciudadanía a arrancar las hojas de los libros por presentar grandes mentiras y –representar– un peligroso contenido ideológico”; los gobernadores de Guanajuato, el panista Diego Sinhue Rodríguez, y el de Jalisco, el pío Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano (por sus calzones embodegaron los libros), y, en fin, tantos otros políticos derechistas, organizaciones ciudadanas y familiares
y demás seguidores del oscurantismo eclesiástico.
Bien lo subraya la senadora Olga Sánchez Cordero: el clero viola la Constitución, ya que abiertamente interviene en política y se debe sancionar a los sacerdotes que hagan esos llamados contra los libros de texto gratuitos. La Constitución es categórica y no se puede violentar este Estado laico, que tantísimo trabajo nos ha costado construir
.
Las rebanadas del pastel
Pero en Bucareli, como siempre, en la nube.
Twitter: @cafevega