uenteovejuna? ¿Todos responsables?
No, no: uno solo que regentea los restos del nacionalismo revolucionario. Ensuciar un proceso de por sí complicado. ¿A cuenta de quién? ¿Buscando más posiciones, temores de infiltración, diferencia insuperable en las encuestas? Cuento de niños. ¿A cuenta de quién?
En el frente. El hecho político relevante es la remontada de Xóchitl Gálvez. Independientemente de su persona y sus antecedentes, terminó siendo la candidatura que necesitaba el frente opositor. No garantiza el triunfo, pero sí elecciones más competitivas.
En el oficialismo. Los errores y las maniobras ocurridas en el frente opositor permitieron matizar o, en todo caso, soslayar las dificultades en el proceso de selección de la cuatroté. Hasta el momento parecen ser problemas de logística. Veremos.
Tres lecciones. Del proceso previo a la selección de candidatos se pueden extraer tres lecciones. Uno, los partidos están todos muy mal preparados para hacer procesos mínimamente participativos. Lo suyo es el dedazo: unipersonal, grupal, electrónico, espiritista, inmanente. Dedazo. El dedazo, por lo demás, siempre supuso consultas. Antes eran a escondidas, ahora a plena luz del día. Dos, optan por las encuestas porque cualquier otro método requeriría padrón de adherentes. Nadie tiene uno confiable. Cada vez que han intentado elecciones primarias terminan en tragedia griega: en el PRI, en el PAN, en el PRD. Tres, la selección interna ha sido parte de una estrategia mercadotécnica. Desastrosa hasta el momento.
El sistema de partidos colapsó en 2018. La lucha por el segundo lugar en la que se embarcó el brillante estratega Peña dañó al PRI y al PAN, y abrió las puertas de par en par a AMLO. Pero el deterioro venía desde antes en todos los partidos, incluyendo Morena.
Urbinati. En su más reciente libro Pocos contra muchos (Editorial Katz, 2023), la politóloga italiana Nadia Urbinati analiza la forma en que las elites políticas y económicas se han divorciado de los ciudadanos y explica por qué los continuos movimientos de protesta social contemporáneos no cuajan en conflictos políticos. Urbinati, autora de textos decisivos de análisis político, plantea en una larga entrevista a la revista argentina Nueva Sociedad (agosto 2023) aspectos decisivos de la coyuntura actual.
Los partidos políticos. Al respecto, la autora señala que si bien los partidos no desaparecen, mutan a tal punto que dejan de ser máquinas de educación política, conocimiento y mediación para pasar a ser máquinas electorales. Su función pasa a ser sólo la selección de candidatos, triunfar y sostener a una elite política. Renuncian, en definitiva, a su función mediadora, a su función educadora, a su función realmente representativa.
Los movimientos sociales. “La razón por la que estos estallidos no llegan, en términos generales, a configurarse en la forma de un conflicto político ahora –como las manifestaciones chilenas en 2019 o los chalecos amarillos en Francia– se debe a que los muchos han perdido esas organizaciones clásicas con las que contaban para rebelarse frente a los pocos”.
La Comisión Trilateral. Según esta comisión, los partidos organizados y la ciudadanía, que desarrollaba diversas demandas de redistribución, eran responsables de lo que denominaban una crisis de la democraci a . El objetivo planteado por la trilateral apuntaba a licuar la democracia de partidos y a fortalecer al individuo por sobre el ciudadano
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El populismo. Lo sustancial es la vocación de unir a ese pueblo desorganizado en torno de la figura del líder. Es una forma política que se produce dentro de la democracia representativa y que no es un régimen: no tiene sus propias instituciones ni sus procedimientos. Utiliza los de la democracia, parasitándolos
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Pronto continuaré revisando los textos publicados en Nexos bajo el rubro de El liberal salvaje. Para los debates que vienen.