El panista Juan Pablo Adame logró ayer el consenso entre todas las fuerzas políticas, que hace mucho no se veía en el Senado. Por unanimidad, se aprobó su propuesta de demandar que en el presupuesto del próximo año se destinen mayores recursos para combatir el cáncer.

En un hecho también inédito, Adame rindió protesta como senador de la República, ocupó su escaño un solo día, luego de que el perredista Miguel Ángel Mancera solicitó licencia temporal en el cargo para hacer posible que su suplente ocupara unas horas el cargo y cumpliera su sueño de presentar en tribuna el punto de acuerdo aprobado y una iniciativa para dotar de respaldo económico a los familiares de quienes, como él, padecen cáncer.

Acompañado de su esposa, sus tres hijos y sus padres, el legislador de 35 años fue claro: estoy aquí dando una batalla por mi vida. El cáncer volvió. He sobrevivido a tres cirugías, a 11 sesiones de quimioterapia y me faltan 13, pero no me voy a rendir, dijo entre aplausos de todos los presentes en el recinto.

Pido una reflexión pública en este momento para comprometernos más con los enfermos de cáncer, con la discapacidad que queda después de un tratamiento tan fuerte, y cómo podemos ayudar a cambiar esas historias de los que no tienen esta oportunidad.

La iniciativa que presentó, indicó, busca atender ese drama, al dotar a familiares de un apoyo de manera subsidiaria para que puedan acompañar a sus enfermos y pagar los traslados, el hotel, las comidas.

Expuso que se ha desempeñado en los pasados cinco años como secretario técnico del grupo del PAN en el Senado y al enterarse que que tenía cáncer, el primer miedo que sintió fue perder el trabajo. ¿Cómo iba a enfrentar una situación así sin empleo? Si algún otro medicamento no lo pagaba el seguro, ¿de dónde iba a sacar el dinero? ¿Eli, mi esposa, iba a tener que salir a trabajar mientras yo estaba en quimioterapias?

Afortunadamente tuvo todo el respaldo y apoyo,” pero sé que no todos los que padecen esta enfermedad pueden contar la misma historia. Hay experiencias inadmisibles donde un enfermo carga con el cáncer y con la necesidad de pagar el tratamiento y el acompañamiento”. De ahí, dijo, la importancia de que se apruebe esa iniciativa.

¿Cuánto tiempo me queda?: no lo sé y nadie lo sabe, pero nunca me sentí tan vivo como cuando estuve cerca de la muerte, concluyó en medio de un aplauso rotundo y unánime.

Una veintena de senadores, entre ellos los coordinadores de Morena y de la oposición, le expresaron su solidaridad y respeto.

Dada su situación se permitió que su familia estuviera en el pleno senatorial, entre ellos su padre, el ex gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, todos visiblemente conmovidos. El senador salió entre abrazos y aplausos de sus compañeros. No dejó de sonreír a pesar del esfuerzo por su delicado estado de salud.