Bogotá. Luego de una sucesión de ataques con explosivos que dejó dos muertos, decenas de heridos e importantes daños en infraestructura, las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron ayer un cese de acciones ofensivas hasta el 8 de octubre, día pactado con el gobierno colombiano para iniciar negociaciones formales de paz.

Apenas dos días después de acordar la instalación de una mesa de diálogos en una solemne reunión con negociadores del gobierno, de la cual fueron testigos observadores internacionales y de las comunidades campesinas, los irregulares hicieron estallar un carro bomba en la población de Timba, con saldo de dos civiles muertos y varios heridos.

A esta acción se sumó otra, ayer por la mañana, en el cercano municipio de Jamundí, donde explotó otro carro bomba cerca de la estación de policía El Potrerito, causando cinco heridos y pánico entre la población, situada a 20 minutos de Cali, la tercera ciudad del país.

En la declaración conjunta emitida el lunes pasado, gobierno y guerrilla habían expresado su firme convicción de avanzar hacia la construcción de un acuerdo de paz que ponga fin a la confrontación armada y propenda por el logro de una paz integral, estable y duradera, con justicia social y ambiental.

Sin embargo, las violentas acciones del llamado frente Jaime Martínez, de las disidencias de las FARC generaron un clima de escepticismo sobre las negociaciones de paz en curso, provocando una advertencia perentoria del presidente Gustavo Petro: Repudiable atentado en Jamundí. Seguimos afectando las economías ilegales y la reacción son hechos de violencia. No cederemos. La fuerza pública debe copar militarmente el territorio y como gobierno llegaremos de manera integral a estas poblaciones, expresó el jefe de estado en redes sociales.

Analistas locales opinaron en los programas de radio que los atentados dejaban prácticamente sin óxigeno las incipentes negociaciones de paz con esta guerrilla, pero las aguas turbulentas volvieron a calmarse tras la publicación, por parte de las disidencias de las FARC, de un comunicado en el que no sólo lamentaron los episodios, sino que reconocieron que sus acciones infringían normas del derecho internacional humanitario.

Reconocemos como error la imprecisión de esta acción militar en la que resultaron dos civiles muertos y cinco heridos, nos solidarizamos con sus familiares y amigos, sabiendo que las heridas de guerra son difíciles de sanar por mucho que digamos o hagamos, se lee en su declaración pública.

A renglón seguido manifiestan que han decidido la suspensión de acciones ofensivas en todo el territorio nacional y agregan que ordenaron a todos sus frentes cesar los enfrentamientos contra la fuerza pública desde el día de hoy 22 de septiembre hasta el 8 de octubre, cuando empiece a regir el cese al fuego.

Consultado por La Jornada sobre el anuncio de los irregulares, el comisionado de paz, Danilo Rueda, calificó de importante su decisión de cesar acciones ofensivas, hecho que atribuyó a la exigencia de las comunidades a lo largo y ancho del país que veían frustradas sus expectativas de paz debido a las acciones de esta semana.