Repelen a funcionarios, policías y trabajadores
Pobladores quieren construir una academia de futbol en suelo de conservación
Sábado 30 de septiembre de 2023, p. 24
Comuneros de Santo Tomás Ajusco impidieron a personal del gobierno capitalino recuperar un predio en suelo de conservación, en el que los pobladores permitieron que el club de futbol Atlas empezara a construir una academia que no cuenta con autorización de impacto ambiental, de acuerdo con las autoridades.
Tras lesionar al operador de una retroexcavadora que hacía trabajos de demolición, destrozar el parabrisas de otra máquina y replegar con empujones, puntapiés y amenazas al funcionario de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural al frente del operativo, se suspendió y el personal del gobierno se replegó hacia un cuartel de la Guardia Nacional próximo.
En el predio ubicado en el paraje Llano Grande, a la altura del kilómetro 14.200 de la carretera Picacho Ajusco, con una superficie de 37 mil metros cuadrados, se erigió una barda perimetral, una cisterna, se instalaba un sistema hidráulico en toda la superficie del terreno y se avanzaba en una edificación en un área de mil metros cuadrados, pese a que se exhibe junto al acceso al predio un aviso en el que se advierte que la ley prohíbe y sanciona con prisión construir en suelo de conservación
.
Si bien la intervención de los comuneros impidió también clausurar la obra, personal de la dependencia explicó que el club de futbol deberá pagar una multa y las sanciones podrían alcanzar hasta los 4 millones de pesos.
El operativo comenzó pasadas la 9 de la mañana a partir de un procedimiento que comenzó en 2021, en el que la representación legal del Atlas no exhibió la autorización de impacto ambiental que le fue requerida.
Al lugar comenzaron a llegar los comuneros, y cuando sumaban una docena, una persona que dijo llamarse Víctor Juárez, quien afirmó ser amigo del dueño, el señor Emilio Escalante
, preguntó si ya llegó la gente de Alfa
(González, alcaldesa de Tlalpan), que según él apoya el proyecto, solicitó hablar con el responsable del operativo y pidió detener la demolición.
Enseguida ingresaron los comuneros que argumentaron tener un acuerdo con el club para instalar una academia de futbol, a cambio de algunos pagos y el ofrecimiento de 50 por ciento de descuento en colegiaturas para la comunidad, un dispensario médico y terapeutas.
En la discusión confrontaron también a mandos de la policía que acompañaban el operativo y con amenazas de hacer tocar las campanas para reunir a más pobladores, bloquear la carretera, prender fuego a los vehículos –uno de ellos incluso amagó con ir por su arma de fuego–, terminaron por expulsar al personal de la Comisión de Recursos Naturales, Medio Ambiente y a los policías; cuando las cuadrillas que hacían la demolición comenzaban a retirarse, algunos apedrearon a los operadores de las retroexcavadoras, por lo que uno resultó descalabrado.
Los comuneros exhibieron un documento de uso de suelo que autoriza el terreno de 11 mil 500 metros cuadrados para una doble zonificación: producción rural agroindustrial y preservación ecológica, que aseguraron les permite instalar campos deportivos.