Convencido de que el asesinato de Luis Donaldo Colosio, entonces candidato presidencial del PRI, fue un crimen de Estado, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció porque se amplíe la investigación, porque esos crímenes no prescriben. Consideró que la indagatoria debe estar abierta en alguna instancia de derechos humanos o en algún otro espacio.

Durante su conferencia matutina, el mandatario se refirió al tema en ocasión del reciente amparo concedido a Mario Aburto, asesino confeso del priísta, que podría derivar en su liberación en marzo próximo. Inconforme con la resolución de un tribunal colegiado, ordenó a la Secretaría de Gobernación evaluar las alternativas legales para objetar esta decisión judicial, misma que deberá presentarse este viernes, cuando vence el plazo legal para inconformarse.

Explicó que esto surgió a partir de que la defensoría de Aburto solicitó revisar los términos legales con los cuales se le juzgó, toda vez que en su momento se determinó la sentencia con base en el Código Penal Federal, que permitía la pena de 45 años que se le aplicó. Sin embargo, se argumenta que es un asunto del fuero común, por lo que se le debió enjuiciar a partir del Código de Baja California, mismo que considera 30 años como sentencia máxima para este delito. Por ello, dijo, a partir de esta premisa y con el fallo judicial aprobada, podría ser liberado en marzo. Hoy le pedí a la secretaria de Gobernación que vea el asunto (...) qué podemos hacer nosotros porque, independientemente de que el señor Aburto tiene derecho a ser protegido por la ley, tampoco es un asunto sólo legal.

Recordó que su último encuentro con Colosio fue en una cena en casa de Clara Jusidman, el 21 de marzo de 1994, dos días antes de que lo mataran. Ahí, afirmó, le planteó la necesidad de regresar a una mayor inversión pública y a abandonar las políticas neoliberales. “Me acuerdo su respuesta: ‘hay que regresar a Keynes’. Rarísimo, porque era Friedman –los economistas saben a lo que me refiero– el padre de la política neoliberal”.

Señaló que siempre la duda, si fue un asesino solitario o participaron otros, o quiénes estaban detrás. Yo llegué a la conclusión de que se trató de un crimen de Estado, y éstos, si no hay voluntad, lleva mucho tiempo esclarecerlos.