Jerusalén. El ejército israelí informó ayer que su infantería y tanques efectuaron incursiones focalizadas dentro de la franja de Gaza, después de evocar una posible invasión terrestre de ese enclave palestino para erradicar a los combatientes de Hamas, una semana después del sorpresivo ataque en el sur de Israel.

Al cierre de la edición, Israel anunció a la población del norte de la franja de Gaza la apertura de dos corredores de salida hacia el sur del enclave y la ampliación de las 10 de la mañana a las 4 de la tarde hora local (7 am de hoy en la Ciudad de México) del ultimátum para que las personas puedan salir sin sufrir ningún daño.

Miles de personas, no pocos a pie, abandonaron sus hogares luego del ultimátum para que más de un millón de personas fueran expulsadas hacia el sur en 24 horas con el fin de evitar algún ataque a gran escala.

El movimiento de resistencia islámica les pidió que se quedaran en casa e instó a la agencia de la Organización de Naciones Unidas que atiende a los refugiados palestinos asumir sus responsabilidades tras abandonar esa zona. Le decimos a la gente del norte de Gaza y de la ciudad de Gaza que se queden en sus casas y en sus lugares, declaró Eyad Al-Bozom, portavoz del Ministerio del Interior de Hamas, en conferencia de prensa.

Desde las mezquitas, durante los rezos musulmanes se recomendó a la población: Aférrense a sus casas. Aférrense a su tierra.

El portavoz militar israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo que en las últimas 24 horas las tropas respaldadas por tanques emprendieron incursiones para atacar a las baterías de cohetes para limpiar la zona de terroristas y de armas y buscar información sobre la ubicación de los rehenes tomados por Hamas. Aseguró que el contingente se retiró, sin precisar más detalles. Los movimientos no parecían ser el comienzo de una invasión terrestre, según la agencia Ap.

Los milicianos dispararon cientos de cohetes hacia territorio israelí, mientras el ejército de Tel Aviv continuó con los bombardeos aéreos contra el enclave costero. De acuerdo con las autoridades gazatíes, 70 personas murieron y 200 resultaron heridas cuando Israel atacó coches, camiones y carretas jaladas por burros que transportaban a personas que huían.

Comienzan a escasear los víveres

En el séptimo día de guerra las víctimas aumentaron: del lado israelí van mil 300 muertos, entre ellos 247 soldados, y más de 3 mil heridos. En la parte palestina suman mil 900 decesos, entre ellos 614 niños y 370 mujeres. Hamas informó que al menos 13 rehenes, entre israelíes y extranjeros retenidos de Gaza murieron en los bombardeos de las pasadas 24 horas.

La población de Gaza está por quedarse sin agua, electricidad ni comida debido al asedio total por parte de Israel. Aun así, muchos habitantes se niegan a partir.

El exilio es una cuestión dolorosa en el enclave, donde más de 80 por ciento de sus habitantes son refugiados o descendientes de refugiados que abandonaron sus pueblos y ciudades o fueron expulsados cuando se creó Israel tras la guerra de 1948, en lo que es conocido como Nakba (catástrofe, en árabe).

Es mejor morir que irse, declaró Mohammad, de 20 años, parado en la calle frente a un edificio reducido a escombros tras un ataque aéreo israelí hace dos días cerca del centro de Gaza. Nací aquí y moriré aquí. Irme es un estigma.

Médicos sin Fronteras informó que Israel concedió un plazo para evacuar el hospital de Al Awda, donde su personal todavía está tratando a los pacientes. En otro frente, un periodista de Reuters murió y otros seis, entre ellos de Afp, Reuters y Al Jazeera resultaron heridos en el sur de Líbano tras un bombardeo israelí, informaron los tres medios por separado.

En Cisjordania, manifestantes que apoyan a Gaza libraron tiroteos con fuerzas de seguridad israelíes. Funcionarios palestinos indicaron que 11 personas murieron a tiros.