Ante Ghana, éxito rotundo... en lo económico
rente a estrellas negras, el Tri tuvo un éxito monetario rotundo. Partido con matices de choque molero ante un rival exótico, algo inusual. La taquilla respondió a tope, lo cual fascinó a SUM (Soccer United Marketing) y a la Federación Mexicana de Futbol: Hubo 61 mil aficionados que sintieron henchido de gozo el corazón a la hora de entonar el himno y se fueron reconfortados... Es horrible vivir mimetizándose para no ser deportado; por eso aprovechan la ocasión para hacerse visibles: lucen coloridos jorongos, sombreros de ala ancha, penachos, máscaras de luchadores, playeras verdes, ondean banderas con frenesí….
Quizás querían ver de inicio al goleador de la Eridivisie, al embalado Santiago Giménez, o al enjundioso César Chino Huerta, siempre echado para adelante, desequilibrando al rival, pero aplauden lo que les pongan… siempre y cuando ganen. Porque el sonido local tuvo que ahogar más de una vez con música a todo volumen el grito homofóbico que amenazaba con desbordarse y que danzaba latente en el graderío. El rostro del técnico Jaime Lozano reflejó preocupación, hasta que, casi a la hora de juego, Hirving Chucky Lozano salvó el show.
Ghana, plantel con fortaleza física y gran velocidad, pero limitado técnica y tácticamente, complicó a México el primer tiempo en la incómoda cancha del estadio Bank of America, de pasto sintético. Después, las Estrellas negras se desfondaron y el cielo se despejó para los verdes. El técnico Jaime Lozano festejó su primer triunfo en un par de fechas FIFA, luego de empates frente a Australia y Uzbekistán; destacó el trabajo defensivo, afirmó tener a un equipo valiente
... En realidad el rival decepcionó, anda muy lejos de su mejor nivel.
Lo que para los mexicanos y para el equipo de las barras y las estrellas ha sido un deleite, una prueba excepcional y casi un sueño cumplido, para los alemanes es un desperdicio. Vienen de vencer a Francia y hacer el viaje a Estados Unidos para enfrentar a dos equipos de la deprimida Concacaf, que ha sido muy cuestionado por algunos ex jugadores de la Mannschaft, quienes anhelan medirse a potencias que les permitan evaluar si con el nuevo timonel la crisis (que derivó en el cese de Hansi Flick tras perder ante Japón) está superada.
Gregg Berhalter, estratega de Estados Unidos, puso a su mejor plantilla el sábado ante los teutones; sin embargo, no pudo evitar el revés, y si el equipo de las barras y las estrellas ha impuesto una paternidad sobre el Tri, no extraña que el técnico Julian Nagelsmann anuncie suplentes para enfrentar este martes en Filadelfia a los tricolores, ¡no creen en México! saben que la derrota en el Mundial Rusia 2018 fue un accidente... En tanto, el Ji-mmy Lozano hace oídos sordos a las críticas y alista a su 11 consentido, pésele a quien le pese.
Apenas llegan a la silla caliente, enseguida se les nubla la mente. A los técnicos les cae encima un pesado fardo, el lastre que los convierte en marionetas de los intereses que mueven los hilos de la selección. Entonces ya no ponen a los jugadores que atraviesan su mejor momento, sino a los señalados: los considerados de jerarquía
; los atractivos para el público y patrocinadores, y a uno que otro de su personal capricho… Y ya calienta Julián Quiñones, colombiano naturalizado mexicano... Así ha sido y así será.
La Sub-23 varonil, dirigida por Ricardo Cadena, sufrió un descalabro ante su similar estadunidense, y eso que el portero Fernando Tapia atajó un penal. Ayer los goleó Japón. Los augurios hacia los Juegos Panamericanos son malos... El equipo femenil también vela armas para la cita de Santiago 2023, debe esta oportunidad no a sus méritos, sino a que Canadá (con la mira fija en París 2024) renunció, y con tan buena suerte que Estados Unidos irá con un plantel suplente, así que crecen sus opciones de avanzar a instancias finales.
La Liga Mx Femenil ya está en la recta final y ofrece pan con lo mismo. Rumbo a la lucha por el título van los de siempre –Tigres, América, Chivas, Monterrey, Tuzas–, hay escaso progreso en el resto, algunos clubes rondan el ridículo, como el Mazatlán de Ricardo Salinas, último lugar con apenas un punto. El magnate participa en el futbol nomás para salir en la foto de dueños y sacar tajada con su televisora... Alicia Cervantes rebasó los 100 goles y es, junto con Desirée Monsiváis, un orgullo del balompié de mujeres.