Jueves 2 de noviembre de 2023, p. 32
Berlín. El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ofreció disculpas ayer por las matanzas perpetradas en Tanzania durante el colonialismo alemán, al reunirse con los descendientes del líder ejecutado de una revuelta, y prometió buscar respuestas a las incógnitas pendientes de esa era.
En una visita a Tanzania, Steinmeier señaló que muchos esqueletos y cráneos que fueron llevados de África a Alemania terminaron en museos y colecciones antropológicas, y básicamente quedaron en el olvido tras el fin de la era colonial y las dos guerras mundiales.
Uno de esos cráneos podría ser el del cacique Songea Mbano, quien fue ultimado por los alemanes en 1906.
África Oriental Alemana –lo que hoy es Tanzania, Ruanda y Burundi– existió desde 1885 hasta la derrota alemana al final de la Primera Guerra Mundial, cuando el país europeo perdió sus colonias como parte del Tratado de Versalles. Se estima que unas 300 mil personas murieron durante la rebelión Maji Maji contra los colonialistas alemanes entre 1905 y 1907.
Steinmeier dijo que Mbano fue un valiente líder
de la rebelión. Colocó una rosa en su tumba y una corona de flores en la fosa común de otros 66 rebeldes, reportó la agencia alemana de noticias Dpa.
Junto con ustedes, lloro la muerte del cacique Songea y los otros que fueron ejecutados
, expresó Steinmeier. Inclino la cabeza frente las víctimas del colonialismo, y como presidente quisiera ofrecer disculpas por lo que los alemanes le hicieron a sus ancestros aquí
.
Prometió además que junto con ustedes, trataremos de encontrar el cráneo del cacique Songea en Alemania. Desafortunadamente, no les puedo prometer que lo lograremos
porque identificar restos humanos es difícil incluso con métodos modernos, añadió.
En 2017, el gobierno de Tanzania anunció que analizaba acciones legales para exigir a Alemania compensación para los deudos de las víctimas por torturas y asesinatos perpetrados por fuerzas alemanas.
Mientras, el rey Carlos III saludó en Nairobi a veteranos de las dos guerras mundiales en su segundo día de visita a Kenia, tras condenar la víspera los abusos británicos de la época colonial en este país de África oriental.
El monarca, de 74 años, afirmó anteayer que no puede haber excusa
para las atrocidades cometidas por el Imperio Británico en Kenia, pero se abstuvo de pedir formalmente perdón, como reclaman algunas voces.