Nueva York. Las voces se sucedieron ayer en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para pedir el fin del bloqueo estadunidense contra Cuba, vigente desde hace más de 60 años, en el análisis de un proyecto de resolución presentado por La Habana que hoy será sometido a votación.

El bloqueo impuesto por Wa­shin­gton a la isla ha sido condenado abrumadoramente en este foro desde 1992, y al respecto, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, señaló en X: Por más de 30 años, Estados Unidos ha desconocido, ignorado, irrespetado a la comunidad internacional representada en la Asamblea General de la ONU, al mantener y reforzar el bloqueo genocida contra Cuba, pese a la condena universal. Seguiremos acudiendo y seguiremos insistiendo.

El proyecto de resolución Necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba es más bien un alegato para que los estados en general no recurran a este tipo de medidas que afectan a las economías de los países que las sufren.

El texto reafirma la igualdad soberana de todos los estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación y pide a las naciones que se abstengan de aplicar leyes y medidas como el embargo a Cuba.

Asimismo, manifiesta su preocupación sobre la promulgación y la aplicación continuadas de leyes como la Helms-Burton (vigente desde 1996), que tiene efectos extraterritoriales para personas y empresas que hagan negocios con Cuba.

Desde 1992, el gobierno de la isla presenta todos los años un proyecto de resolución de condena al embargo estadunidense que ha marcado la vida de los cubanos, pues más de 80 por ciento sólo ha vivido bajo las sanciones impuestas por Washington en 1962, a la que también ha incluido en la lista de estados patrocinadores del terrorismo.

Pese a que en 2015 –bajo la administración de Barack Obama– los gobiernos cubano y estadunidense empezaron un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas, el bloqueo sigue vigente y para sus detractores es el principal obstáculo de desarrollo en Cuba.

Las autoridades cubanas calculan que seis décadas de bloqueo le han supuesto pérdidas para su economía de más de 159 mil millones de dólares. Sólo entre marzo de 2022 y febrero de 2023, el bloqueo habría causado pérdidas de 4 mil 867 millones de dólares.

Sin el embargo, la economía habría crecido 9 por ciento, aseguran. Y la migración es un efecto directo de la intensificación del bloqueo, advierten en un folleto distribuido a la prensa.

Ante la severa situación económica provocada por los efectos del covid-19, los altos precios del petróleo y las consecuencias de los desastres naturales que ha sufrido Cuba recientemente, resulta impostergable poner fin a este embargo, pidió la representante de México en la tribuna, Alicia Buenrostro Massieu.

Junto a México, varios países a título individual o en nombre de bloques de países como la Celac (que reúne a países de América Latina y Caribe); el G-77+China, con 135 miembros; el Sistema de Integración Centroamericana (Sica) abogaron por poner fin a esta política cruel y anacrónica.

En total, 33 países tomaron la palabra ayer. La intervención de Estados Unidos, uno de los últimos en subirse a la tribuna, según la lista de más de medio centenar de oradores inscritos, será esta mañana, antes de someter a voto la resolución hacia el final de la mañana.

Desde la misma tribuna, durante la semana de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, tildó el embargo de cerco real y guerra económica extraterritorial, cruel y silenciosa.