Historia de mi vocación, 40ª entrega // Antropología Filosófica Marxista y el perfeccionismo de Hurka (1ª parte)
n ésta y las siguientes entregas me propongo contrastar la Antropología Filosófica Marxista (AFM) con el perfeccionismo (PF) de Thomas Hurka (TH) ( Perfectionism, Oxford University Press, 1993). Primero verificaré si la AFM se ajusta a lo que TH llama PF, al que identifica como teoría moral (TM) y su ideal como el de la perfección humana (PH). Para TH el PF se sustenta en: a) La idea central atractiva que el bien humano se encuentra en la naturaleza humana (NH) o esencia humana (EH). b) Al combinar esta idea con una teoría bien fundada de NH, se derivan juicios particulares atractivos. 3) El PF sistematiza estos juicios en una visión coherente y permite ver fallas en las TM que reducen la moralidad a actos que afectan a otras personas, pero no dicen nada sobre lo que debemos elegir para nosotros. TH rechaza esta visión; el PF tiene un ideal para cada persona –que desarrolle su NH– y puede criticarla por no hacerlo. La AFM puede verse como un enfoque PF. El libro de TH es una guía sobre los procedimientos y contenidos correctos
del PF. Identificaré qué tan cerca/lejos está la AFM de esta guía. La AFM es una teoría del PF tal y como lo describe TH: parte de una concepción específica de la EH, que caracteriza la vida buena, identificando propiedades cuyo desarrollo es intrínsecamente deseable. La TM que suscribe se basa en esta deseabilidad y rechaza, igual que TH, las TM que sólo consideran actos que afecten a otras personas; establece como deber para los seres humanos (SH) desarrollar su NH. Es una teoría objetiva de lo bueno. Sus afirmaciones de valor son objetivas. Someteré la AFM a dos pruebas que, según TH, permiten identificar buenas teorías de la NH: que su descripción inicial de la EH tenga atractivo moral, es decir, que las propiedades identificadas no sean triviales, y que el desarrollo de las propiedades de la EH también sea moralmente valioso. El PF de TH se centra en propiedades de los seres vivos, en coincidencia con la AFM de Marx-Márkus. También hay un acuerdo sobre el carácter moral del ideal PF: incluye lo que las personas deben perseguir al margen de si lo desean o de cualquier placer que conlleve. TH sostiene que la presencia de moralismo (disposiciones virtuosas y/o obediencia de reglas), daña al PF; analizaré si en la AFM hay moralismo. TH sostiene que los conceptos y doctrinas adicionales que modifican la apariencia del PF, a las que llama acreciones, deben abandonarse. Identificaré las acreciones presentes en la AFM, en particular las derivadas de tendencias históricas y discutiré sus efectos, ya que la AFM se basa en la idea central de la tendencia histórica de las fuerzas esenciales humanas (FEH) a desarrollarse. Por último, exploraré el método utilizado por la AFM para descubrir rasgos esenciales y lo discutiré frente a los dos posibles métodos postulados por TH: explicaciones intuitivas y científicas. TH sostiene que Marx hace esenciales para los humanos las mismas propiedades cuyo desarrollo es el estado final de su teoría de la historia, calificando esto como uso epistémico de la teleología. Lo discutiré.
Para la AFM los atributos constitutivos de la EH son: 1) la actividad (AV) vital humana es el trabajo, AV dirigida a satisfacer necesidades (N) no directamente, sino de manera mediada; 2) conciencia y autoconciencia; 3) sociabilidad; 4) universalidad que se expresa en los elementos anteriores, y 5) libertad. Ésta no es sólo una lista, ya que los cinco elementos están interrelacionados y la fuerza dinámica es el trabajo. György Márkus (GM) sostiene que “la naturaleza y la causa de la diferencia entre el hombre y el animal residen en la diversidad de sus AV vitales”, y que “la AV de los demás animales se dirige exclusivamente a apoderarse y consumir los objetos de sus N: coincide inmediatamente con la satisfacción activa de la N, por lo que el animal “sólo puede convertir en objetos de su AV y de su vida aquellos objetos cuyas propiedades satisfacen sus N constantes”. Lo que distingue al hombre de los animales, añade GM, “es una AV vital específica, que constituye su esencia más propia. GM añade: “Mientras que los instrumentos de trabajo del animal, sus órganos, evolucionan en el proceso biológico milenario, el hombre crea, construye, sus medios de producción en forma de objetos separados e independientes”. En El Capital, Marx reproduce la definición de Franklin del hombre como un “ animal que fabrica herramientas”. GM examina las “ consecuencias de esta AV humana específica”: 1ª) el rango de las cosas que pueden servir como objetos de esa AV se amplía constantemente: 1) usando las cosas en forma alterada, el SH puede aplicar más objetos a satisfacer sus N; 2) muchas cosas no aptas para el consumo se hacen necesarias como medios productivos. Así, “el hombre se apropia de cada vez más cosas de la naturaleza: su cuerpo inorgánico
crece. 2ª) El proceso de trabajo origina objetos (el trabajo se objetiva en el producto), con lo cual “ El medio natural da paso a un entorno sociocultural que resulta del trabajo previo y en el que las capacidades humanas, las “FEH se han convertido en objetos”. El concepto marxista de objetivación
refiere a la función específica –cualitativamente diferente de las cosas naturales– de estos objetos en la vida humana: tienen una aplicación normal en la vida social (la copa de vino sirve para beber vino, el jabón para lavarse), y esta aplicación normal tiene una cuasiencarnación como norma en la forma física del objeto. Los individuos tienen que desarrollar cualidades humanas específicas que permitan su uso adecuado
, tienen que apropiarse de ellos. A diferencia de la naturaleza, la esfera social aparece, ya en sus manifestaciones más elementales, como una esfera empapada de normas. Los productos del trabajo no son simples objetos de uso, sino también valores de uso. GM encuentra lo que hace posible la historia: “Debido a que el SH vive en un mundo hiperhumanizado, en el que capacidades y N humanas desarrolladas en el pasado están ya, en su forma objetivada, a su disposición en forma material, le es posible comenzar su desarrollo en el punto en el que las generaciones anteriores lo han dejado. El trabajo, la objetivación de la NH, es lo que constituye la posibilidad de la historia. 3ª) En el trabajo no sólo se modifican las condiciones objetivas
, también “los productores se modifican: despliegan nuevas cualidades, se desarrollan y transforman a través de la producción, construyen nuevas fuerzas y representaciones, nuevas N y lenguaje”. El hombre incluye en su campo de AV esferas cada vez más amplias de lo natural y se apropia así de nuevas potencialidades humanas, propiedades y capacidades. El hombre desarrolla sus capacidades de producción objetivándolas. La apropiación subjetiva de un medio de producción implica la formación de un tipo de AV que pone los medios y el objeto en la relación necesaria para la realización del fin del sujeto. Así, el hombre es capaz de transformar en leyes de su propia AV, un campo cada vez más amplio de conexiones y regularidades naturales. 4ª). Mientras cada acto singular de la AV humana presupone la preexistencia de una N, en el proceso histórico total esta relación se invierte. Las N que determinan efectivamente la producción no son las N originales, sino las N originadas por la producción. “Las N se producen, al igual que los productos y las habilidades. Concluiré en la próxima entrega esta 4ª consecuencia y presentaré la 5ª.