Combatir la inflación, meta que se cumple de forma desigual
Domingo 5 de noviembre de 2023, p. 19
El Banco de México (BdeM) dará a conocer esta semana su decisión de política monetaria, en un contexto en el que grandes bancos centrales han venido poniendo freno a la escalada de tasas de interés que se emprendió desde 2022 para contener la espiral inflacionaria mundial que surgió con el reinicio de actividades tras la paralización causada por la pandemia de covid-19.
Analistas del banco Citibanamex prevén que en su anuncio del próximo jueves el BdeM deje la tasa de referencia en el nivel actual de 11.25 por ciento y ahí la mantenga hasta febrero de 2024.
Los altos niveles de intereses impactan en diversos ámbitos de la economía, tanto de las familias como de las empresas, ya que implican subidas de los costos del crédito, lo que encarece nuevos préstamos que se otorgan tanto en tasas fijas, por ejemplo hipotecarios, automotores o de nómina; también encarecen los créditos al consumo, incluidas las tarjetas de crédito y cuyas tasas son variables, así como los financiamientos a proyectos productivos, lo que muchas veces posterga inversiones o la adquisiciones de bienes.
A partir de marzo de 2022 y ante los altos índices inflacionarios a nivel global causados por la rápida reactivación económica, tras la paralización obligada por la pandemia, diversos bancos centrales, incluido el de México, elevaron las tasas de interés, en un intento de frenar la demanda y contener la inflación que anotó máximos históricos de hasta cuatro décadas a nivel mundial.
En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó en días recientes que la inflación en la primera quincena de octubre se ubicó en 4.27 por ciento anual, la más baja desde la primera mitad de marzo de 2021 y con lo cual avanza hacia la meta del banco central, que es de 3 por ciento con un margen de un punto hacia arriba o hacia abajo.
En lo que queda del año sólo restan dos anuncios de política monetaria del banco central mexicano, el de noviembre y uno más en diciembre.
El día primero de este mes la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantuvo la tasa de interés en el rango de 5.25-5.50 por ciento, por segunda reunión consecutiva, en busca de contener la inflación sin afectar la fortaleza de la economía.
El día 2 de noviembre el Banco de Inglaterra (BoE) también decidió mantener la tasa en 5.25 por ciento y la semana previa el BCE dejó las tasas sin cambios en 4 por ciento, luego de 10 alzas consecutivas desde julio de 2022. Sin embargo, las autoridades de los tres más grandes bancos centrales descartaron hablar de recortes de tasas.
En cambio, los bancos que ya comenzaron a reducir las tasas son los de Brasil y Chile. En primer caso aplicó esta semana un ajuste de medio punto para dejar la tasa en 12.25 por ciento, en la tercera baja consecutiva desde el inicio del ciclo en agosto.
Por su parte, el 26 de octubre el Banco Central de Chile redujo la tasa de interés medio punto a 9 por ciento, en el tercer ajuste consecutivo, como parte del ciclo de relajamiento monetario en medio de una menor presión inflacionaria.
En tanto, el Banco de Japón decidió el pasado martes mantener su postura monetaria ultralaxa, con el tipo de interés de referencia de -0.1 por ciento, pese a su persistente presión inflacionaria.