La muestra se aloja en el Museo Casa de León Trotsky
Lunes 6 de noviembre de 2023, p. 4
En honor al fotógrafo oriundo de la colombiana Aracataca Leo Matiz (1917-1998) y de los muralistas mexicanos, se presenta en el Museo Casa de León Trotsky, en la Ciudad de México, una muestra de 21 imágenes que revela la cercanía del artista con aquel movimiento pictórico durante el surgimiento de la Escuela Mexicana de Pintura.
En las fotografías se ve la aproximación de Matiz con Diego Rivera, Frida Kahlo y David Alfaro Siqueiros; pero lo de Orozco fue hermandad
, apunta el curador Darío Ortiz Robledo en un recorrido por la exposición Leo Matiz y los muralistas.
Con su cámara, el artista capturó a Orozco en su estudio de la calle Ignacio Mariscal 132, pintando El Apocalipsis, en la iglesia de Jesús Nazareno y subiendo los andamios. El muralista fue su cómplice, colega y amigo.
Fotógrafo, dibujante, pintor, caricaturista, publicista, galerista, conocedor de las reglas clásicas de composición y enterado del acontecer por su ejercicio de reportero gráfico, Leo Matiz registró momentos decisivos de la historia del siglo XX.
Matiz llegó al país en 1941. Sus trabajos se publicaron en importantes revistas de la época; en 1942, con apoyo de Manuel Álvarez Bravo y Gabriel Figueroa, se vinculó, como fotógrafo de rodaje, con el Sindicato de la Unión Cinematográfica de México; hizo la foto fija de varias películas y realizó pruebas de actuación a María Félix.
Según Ortiz Robledo, entre 1943 y 1946 tuvo notorio acercamiento con los protagonistas del movimiento muralista; con Orozco registró el nacimiento del volcán Paricutín.
Es una muestra pequeña, pero interesante; da cuenta de su cercanía con estos muralistas y de las discrepancias, como con Siqueiros cuando lo denunció por usar sus fotos de manera indebida; luego se incendió el estudio de Matiz y al temer por su vida huyó de México con ayuda del embajador de Colombia. Así terminó su experiencia en este país. No volvió en 50 años.
Al irse de México, añade el curador, dijo a la prensa que aquí se forjó como artista y que había dejado algo muy valioso para él: su amistad con Orozco.
Las imágenes de Leo Matiz en la década de 1940 revelan el entorno de las grandes celebridades del cine, la pintura y las artes de México.
En opinión de Darío Ortiz, en los años 40 México era muy especial para Matiz y para toda América Latina, porque, después de la Revolución, México tuvo una explosión cultural y se convirtió en un imán gigantesco tanto para los europeos, los surrealistas, como para otros latinoamericanos. El muralismo mexicano fue el gran movimiento de la plástica latinoamericana, quizás el único estrictamente latinoamericano del siglo XX
.
Recordó que como reportero gráfico, Matiz vino al país para conocer a León Trotsky, pero éste fue asesinado antes de que aquél llegara.
La exposición se centra en las relaciones y el intercambio que tuvo Matiz con otros artistas; por ejemplo, se incluye una fotografía de José Clemente Orozco durante su visita a la exposición individual de Pablo Picasso en México, organizada por la Sociedad de Arte Moderno en 1944, la cual fue auspiciada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En la imagen se ve al muralista observando detenidamente el catálogo del pintor español.
En la muestra también se presenta una fotografía de las primeras exposiciones que montó Matiz cuando regresó a Bogotá. Ahí, un muchacho de 19 años hizo su primera exhibición individual: Fernando Botero
.
El curador comentó que el tema de Matiz y los muralistas ya se había explorado en exposiciones en el Museo del Palacio de Bellas Artes y en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, con motivo del centenario del natalicio del fotógrafo, en 2017.
Leo Matiz y los muralistas, realizada por Alejandra Matiz (hija del artista), el Museo de Arte del Tolima, la Fundación Leo Matiz y LM Difusión Artística, se puede visitar de martes a domingo de 10 a 17 horas en el Museo Casa de León Trotsky (avenida Río Churubusco 410, colonia Del Carmen Coyoacán), hasta el 29 de noviembre.