Era predecible, pero el ambiente del último encuentro del domingo de NFL estaría cargado con el recuerdo de Damar Hamlin. En aquel juego de la temporada pasada, el 2 de enero, los Bills de Buffalo visitaron a los Bengalíes, donde el jugador sufrió un paro cardiaco, del cual se recuperó milagrosamente; desde entonces ambos equipos no se habían enfrentado en ese emparrillado de Cincinnati.

La NFL estuvo sensiblemente afectada por aquella escena que produce escalofríos, y anoche se sentía en el ambiente que se revivió el encuentro.

Esta vez, los Bengalíes dieron un golpe de autoridad con la victoria 24-18 sobre los Bills, en un partido que es clave de la Conferencia Americana para su cuarta victoria consecutiva.

El mariscal de los Bengalíes, Joe Burrow, fue muy eficiente en un juego en el que consiguió 352 yardas para que su equipo lograra su quinta victoria de la temporada. El quarterback completó 31 de 44 pases. En el primer cuarto consiguió la anotación con un envío de siete yardas a Irv Smith; también, Joe Mixon aportó otra con un acarreo que los colocó en ventaja. En el tercero lanzó 22 más para llegar a Drew Sample y lograr el touchdown. Como cierre magistral, Evan McPherson consiguió un gol de campo de 20 yardas para redondear la cifra de los Bengalíes.

Mientras, la defensiva de Cincinnati contuvo a Josh Allen y los Bills (5-4) jugando desde atrás en todo momento.

Cam Taylor-Britt interceptó a Allen para ahogar una serie ofensiva en el segundo cuarto. Nick Scott derribó al ala cerrada de Buffalo, Dalton Kincaid y recuperó un balón suelto en la yarda 13 de Cincinnati en el tercer cuarto.

Los Bills sumaron una derrota más a su cuenta que los pone en una situación difícil en su división, atrás de Miami y los Jets.