El Cairo. Combatientes de una fuerza paramilitar y sus milicias árabes aliadas arrasaron una ciudad de la región sudanesa de Darfur, devastada por la guerra, y, dejaron un saldo de más de 800 personas asesinadas en un ataque que duró varios días, de acuerdo con personal sanitario y la Organización de Naciones Unidas.

El embate, perpetrado a principios de mes en Ardamata, en la provincia de Darfur del Oeste, es la más reciente de una serie de atrocidades que marcan la conflagración en curso desde hace meses entre el ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés).

Las RSF han avanzado en Darfur en las recientes semanas, ocupando ciudades enteras y pueblos en la extensa región, a pesar de que las partes beligerantes habían regresado en octubre a las mesas de negociaciones en Arabia Saudita. El primer ciclo de diálogos, con Estados Unidos y Arabia Saudita como intermediarios, no logró establecer un alto el fuego.

El ataque de días en Ardamata sucede después que las RSF ocuparan una base militar en la ciudad tras un breve enfrentamiento el 4 de noviembre con las tropas ahí asentadas, expuso Salah Tour, jefe de la Unión de Médicos de Sudán en Darfur del Oeste.

Tras ocupar la base militar, las RSF y sus milicias árabes aliadas invadieron la ciudad, matando a los residentes no árabes en sus casas e incendiando los refugios que hospedan a las personas desplazadas, indicó Tour.

Atacaron violentamente, dijo, y agregó que las RSF y sus milicias tenían como objetivo a la tribu africana masalit. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, más de 800 personas habrían sido asesinadas y otras 8 mil huyeron al vecino Chad.