Miércoles 15 de noviembre de 2023, p. a10
Tashkent. De lo más sofisticado de la tecnología aplicada al deporte hasta el retorno de uno de los recursos primitivos en los combates son los temas del boxeo para el futuro. Durante la convención del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en Tashkent, Uzbekistán, se analiza un programa piloto que incluye chips integra-dos en los guantes que permitirán no sólo reunir información sobre el portador, sino también apo-yar el trabajo de los jueces.
Estos guantes generan información útil para realizar estadísticas en cada pelea y registran una memoria sobre la trayectoria de un deportista. Esta tecnología permite apoyar a los jueces, en sintonía con cámaras en las cuatro esquinas del cuadrilátero operadas por inteligencia artificial, con los que será posible determinar si un golpe fue efectivo, la potencia con la que se aplicó, además de la calidad de cada impacto para influir en las tarjetas.
Este uso es similar al que ya existe en otros deportes, donde interviene tecnología muy precisa para la aplicación del reglamento
, explica Mauricio Sulaimán, titular del CMB.
Las nuevas tecnologías se utilizan ya en diversos deportes, el futbol o el beisbol, y cada vez abarcan más actividades para mejorar los juicios y la justicia deportiva.
Mientras se otea el horizonte del futuro, también se busca regresar a una práctica elemental y casi primitiva en el boxeo, un acto que ha dado origen a una expresión que utilizan hasta las personas que nunca han visto una pelea de boxeo: aventar la toalla
; esto es, la acción de claudicar por decisión propia.
Hay momentos épicos en los que la esquina de un boxeador detuvo una pelea cuando reconocieron que no había posibilidades de ganar y, en cambio, se exponía a recibir daño innecesario.
Hace años, la intervención irresponsable de un individuo ajeno a un combate, que lanzó una toalla y provocó confusión, desencadenó la prohibición de este recurso para detener una pelea.
Hay países cuyas comisiones no aceptan el uso de arrojar la toalla para detener el castigo al que se somete a uno de los contrincantes
, explica Sulaimán.
También hay un registro de peleas recientes en las que la esquina de un boxeador hace señas al réferi para detener el combate y evitar un accidente. Pero a veces el encargado de aplicar el reglamento está tan concentrado en las acciones que no ve a los asistentes de los púgiles, alargan-do el sufrimiento de alguno sobre el cuadrilátero y arriesgando al atleta a recibir golpes que pueden poner en peligro su integridad.
De modo que se pretende poner a prueba otra vez esta práctica con una toalla roja que servirá para detener los combates. Si hay consenso entre la comunidad del boxeo, se buscará que sea aceptada por las comisiones en el mundo.
Un acto tan básico como arrojar un trapo puede salvar una vida.