Ramalá. Israel debe dejar de utilizar el agua como un arma de guerra contra los más de 2 millones de palestinos que viven en la franja de Gaza, denunció la Organización de Naciones Unidas (ONU), en un comunicado difundido ayer.

Ese país tiene la obligación de permitir la entrada de agua potable y combustible al enclave para activar la red de suministro del líquido y las plantas desalinizadoras, advirtió Pedro Arrojo-Agudo, relator especial de la ONU sobre los derechos humanos al recurso hídrico potable y al saneamiento.

Afirmó que cada hora sin suministros es una flagrante violación del derecho internacional, y pone a los habitantes de Gaza en riesgo de morir de sed y enfermedades relacionadas.

Arrojo-Agudo advirtió que el impacto en la salud pública y la higiene será inimaginable y podría resultar en más muertes de civiles. “Como es habitual, las mujeres y los niños serán los primeros afectados por la crisis.

“Estas víctimas de la guerra, a menudo invisibles, son evitables, e Israel debe prevenirlas (…) debe dejar de usar el agua como arma de guerra”, afirmó.

Agregó que la falta de agua junto con el desplazamiento de miles de personas en los recientes días, es el escenario perfecto para una epidemia que sólo castigará a inocentes.

El representante del fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), Jeremy Hopkins, indicó ayer que los 40 mil litros de agua potable que se envían diariamente a Gaza representan una gota en el océano al considerarse la escasez tras semanas de conflicto.

El secretario general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseveró en la red social X que un equipo del organismo inspeccionó el hospital de Al Shifa, en Gaza, y descubrió que el sanatorio ya es incapaz de funcionar, sin agua, alimentos electricidad, combustible, e insumos médicos.

La OMS y sus socios están desarrollando con urgencia planes para la evacuación inmediata de los pacientes restantes, personal y sus familias, expuso la organización en un comunicado fechado ayer, y añadió que sólo había 291 pacientes y 25 cuidadores en el hospital.