El proyecto de litio de Sonora, considerado como el yacimiento más importante de México, ha retrasado su fecha de inicio de producción en al menos seis ocasiones, lo que ha generado dudas sobre una posible especulación. El último aplazamiento, esta vez indefinido, se dio la semana pasada, luego de que la empresa china Ganfeng Lithium comenzara una disputa legal con el gobierno federal por el retiro de concesiones relacionadas con el proyecto que se desarrolla al norte de México, pero que de acuerdo con reportes no muestra avances significativos.

De acuerdo con varios reportes a inversionistas entre 2016 y 2017, Bacanora Lithium (que a mediados de 2022 fue comprada por Ganfeng Lithium) prometía que la primera etapa de producción de litio en Sonora se estaría llevando a cabo en el primer trimestre de 2020; no obstante, en un informe de mediados de 2018 informó a los accionistas que debido a la volatilidad de los mercados tenía problemas para conseguir financiamiento, por lo que la fecha de arranque no sería cumplida.

A mediados de 2019, Peter Secker, director general de Bacanora Lithium, volvió a explicar que la fecha de producción no se cumpliría al señalar en un informe que el Proyecto de Litio de Sonora dependía de conseguir importantes fondos adicionales para financiar los gastos de capital, de explotación y capital de trabajo, advirtiendo que no hay seguridad de que dichos fondos estén disponibles.

A inicios de 2020, cuando el covid-19 aún no era declarado pandemia, la empresa informó que Ganfeng Lithium (que en ese momento era sólo su socia) no podía avanzar en los planes de ingeniería de la planta en Sonora porque China había cerrado sus fronteras como consecuencia del virus, la nueva fecha para comenzar con la producción de litio sería a finales de 2021, es decir, un retraso de un año.

Una vez que el virus fue declarado pandemia y como gran parte del mundo estaba paralizado, la empresa movió la fecha para principios de 2022. Sin embargo, a mediados de 2020, en medio de la emergencia sanitaria, Secker emitió un nuevo informe en el que destacaba que aunque en meses recientes se ha avanzado en algunos trabajos, la ingeniería del proyecto se ha visto retrasada por los efectos de la pandemia, por lo que la nueva fecha de producción sería a inicios de 2023.

El año pasado, cuando se concretó la compra de Bacanora Lithium por parte de Ganfeng Lithium, luego de varios meses de negociaciones que provocaron incertidumbre y parálisis en el desarrollo del proyecto, se indicó que el primer kilogramo de litio sería extraído a principios de 2024.

La semana pasada, en un nuevo giro de la historia, Secker, quien ahora tiene el puesto de encargado del proyecto, reveló a la agencia Reuters que la fecha para la primera producción de litio en Sonora ya no sería a inicios del siguiente año como se había prometido, porque el gobierno le había retirado a la empresa nueve concesiones en la zona, situación que ahora está en disputa y por lo cual, explicó, ahora no hay fecha definida para la primera extracción del mineral.

Sin un solo gramo extraído, el litio mexicano se convirtió en un jugoso negocio para inversionistas extranjeros, pues en junio de 2021 ya tenía un valor de mercado de 130 millones de dólares y para mediados del año pasado la compañía Bacanora Lithium, con todo y el yacimiento, fue vendida en alrededor de 360 millones de dólares a la firma Ganfeng Lithium.

En su momento, GeoComunes, Mining Watch Canadá y la Red Mexicana de Afectados por la Minería advirtieron sobre la manera de operar de compañías que se dedican a explorar en búsqueda de yacimientos, para posteriormente especular en el mercado de valores, pues frecuentemente no tienen el objetivo de producir, sino de vender las concesiones al mejor postor.