Sábado 16 de diciembre de 2023, p. 19
Washington. Rudy Giuliani, ex abogado de Donald Trump, fue condenado a pagar más de 148 millones de dólares a dos funcionarias electorales a quienes difamó durante los comicios presidenciales de 2020.
Ruby Freeman y Shaye Moss, madre e hija, lo demandaron porque las acusó, sin pruebas, de manipular los resultados electorales en el estado de Georgia, donde ganó Joe Biden, y las mentiras que difundió trastornaron sus vidas, al llenarlas de amenazas y acoso.
Un grito ahogado se escuchó en la sala del tribunal federal tras la lectura del veredicto: 75 millones de dólares por daños punitivos para las mujeres, quienes recibirán, además, 36 millones de dólares adicionales a cada una por otros perjuicios. Las demandantes habían pedido 24 millones de dólares.
Los últimos años fueron devastadores
porque cambiaron todos los aspectos de nuestras vidas: hogares, familia, trabajo, nuestra sensación de seguridad, nuestra salud mental
, declaró Moss a periodistas.
A partir de un video en el que se ve a madre e hija, ambas negras, pasándose un objeto que resultó ser una cajita de pastillas de menta durante el recuento de votos, el ex alcalde y ex fiscal de Nueva York afirmó que intercambiaron una memoria USB para falsificar los resultados. También las acusó de sacar maletas llenas de votos.
Giuliani calificó la indemnización de absurda
y adelantó que apelará. Estoy bastante seguro de que cuando este caso llegue ante un tribunal justo será revocado muy rápidamente
, declaró. No obstante, la defensa reconoció que su cliente incurrió en una conducta ilícita
.
La licencia del abogado para ejercer su profesión fue suspendida en Nueva York y Washington. Enfrenta, además, otra demanda de un bufete de abogados que le reclama un millón 300 mil dólares por impago de honorarios.
Giuliani también se encuentra entre los 19 acusados por los tribunales de Georgia, junto con Trump, de intento de alteración de los re-sultados electorales. De los 19 imputados, cuatro ya se han declarado culpables, librándose de ir a prisión, a cambio de testificar contra los demás inculpados.