Ahora se aprecian con más claridad las veladuras y los medios tonos, así como las capas sutiles y frágiles
Miércoles 20 de diciembre de 2023, p. 3
Madrid. Una de las cuatro pinturas originales que hay en España de Caravaggio, David vencedor de Goliat, tenía varios desgarros en el lienzo. La densidad del barniz oxidado y las capas de suciedad acumulada habían hecho desaparecer matices de la obra, como los pliegues la ropa, la luminosidad de los cuerpos o los detalles de la musculatura de los dos personajes.
El Museo del Prado sometió al cuadro a un proceso de restauración que presentó ayer a los medios de comunicación, en el que se recupera el claroscuro original y afloran elementos hasta ahora ocultos, como la parte trasera del cuerpo de Goliat, que antes no se percibía y hasta provocaba desconcierto por la posición de su cuerpo, además de otros hallazgos que revelaron la radiografía y la reflectografía infrarroja, entre éstos el proceso de evolución en la creación de la obra y su estado de conservación que, salvo el detalle de los dos desgarros del lienzo y la acumulación de barniz oxidado y suciedad, era bastante bueno. De ahí que la renovación se haya hecho en sólo tres meses y medio.
Además de esta obra del pintor italiano del siglo XVI Michelangelo Merisi, il Caravaggio
, se encuentran en España Santa Catalina de Alejandría, en el Museo ThyssenBornemisza de Madrid; Salomé con la cabeza de Juan el Bautista, en la Galería de las Colecciones Reales, también en Madrid, y San Jerónimo en meditación, expuesto en el museo del Monasterio de Montserrat, en Cataluña, aunque se sospecha que hay un quinto cuadro de Caravaggio, todavía en proceso de validación, el Ecce homo, que fue rescatado de una subasta en una galería de Madrid en 2021, cuando se pensaba que era la obra de un artista discípulo de Ribera y salía a la venta por sólo mil 500 euros.
La restauración fue realizada por la técnico del museo madrileño Almudena Sánchez, que tenía como principal objetivo devolver a la obra la imagen original concebida por Caravaggio, sobre todo el claroscuro, una de las señas de identidad de su obra. Después de los primeros análisis, se constató que con el paso del tiempo se habían perdido tanto los detalles de los contrastes como la luminosidad bajo el efecto de las capas de suciedad y los barnices oxidados. La opacidad de estos viejos barnices suprimía el espacio y la profundidad en la composición, lo que hacía muy difícil percibir las dimensiones del lugar en el que se encuentran David y Goliat, ya que en el conjunto de la escena únicamente se podían distinguir en ambas figuras las zonas fuertemente iluminadas por el foco de luz.
Sánchez explicó que la tonalidad amarillenta del viejo barniz transformaba el cromatismo original de Caravaggio aportando a los tonos claros y luminosos de las carnaciones y las vestiduras una gama cálida que alteraba totalmente la idea del artista. A su vez, la pérdida de transparencia del barniz desdibujaba los volúmenes y eliminaba los elementos situados en el fondo o en la penumbra. En estas condiciones sólo se podía apreciar la escena representada por Caravaggio de forma parcial
.
Gracias a los estudios técnicos de reflectografía infrarroja y radiografía, se conoció con más detalle el estado de conservación de la pintura y el proceso creativo del artista. Por ejemplo, se apreciaron con más claridad las veladuras y los medios tonos, las capas sutiles y frágiles que encierran una gran información sobre la técnica del artista. En cuanto al proceso creativo, se advierten cambios notables en la composición, como el rostro de Goliat aún vivo con una expresión dramática, los ojos desorbitados y la boca abierta en un gesto de espanto. Asimismo, se recuperó el espacio que rodea la cabeza de Goliat y su pecho apoyado en el suelo, así como el brazo que pasa por detrás de la pierna de David saliendo hacia delante con el puño de su mano.
La obra restaurada de Caravaggio se encuentra en una de las salas renovadas en el Museo del Prado dedicadas a las obras del naturalismo europeo, del que el pintor italiano fue su principal precursor.