Diputados y senadores de Morena, PRI, PAN y el grupo plural cerraron filas ayer en contra de la reforma migratoria impulsada por el gobernador de Texas, por violar derechos humanos.

El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Eduardo Ramírez, se sumó a la propuesta del titular del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, para impugnar la Ley SB4 que criminaliza la migración. Incluso planteó valorar la posibilidad de acudir a organismos internacionales para declarar la invalidez de la norma.

Apuntó que la Ley SB4 es una medida excesiva y discriminatoria en contra de los migrantes, pues con ella se podrá detener, incluso, a quienes entran de manera documentada.

El coordinador del PRI en el Senado, Manuel Añorve, dijo que esa ley es un despropósito y aplaudió que el gobierno federal esté reaccionando de manera muy puntual, pero lo malo es que lo hace a destiempo, cuando está por terminar el sexenio.

Estimó que hay que hacer un gran pacto para combatir a este gobernador, que usa el tema como estrategia electoral. No lo debemos permitir, subrayó.

El diputado del PAN Héctor Saúl Tellez calificó la norma de inhumana, luego de considerar que el gobierno federal debe reclamar de Estados Unidos un trato humano a los indocumentados. Incluso se refirió a la necesidad de enviar una nota diplomática.

El senador Germán Martínez, del grupo plural, expuso que la ley referida es detestable y repudiable, al manifestar su apoyo a la Secretaría de Relaciones Exteriores en el rechazo a esa medida.

El gobierno de México debe hacer cumplir los compromisos internacionales, como la Convención de los trabajadores migratorios, resaltó, al tiempo de considerar que el embajador Héctor Vasconcelos debería estarse estrenando como representante ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) con un repudio a esta pieza legislativa inhumana y cruel.