En la primera mitad de diciembre, la inflación general anual en México se aceleró, por tercera quincena consecutiva, con un fuerte impacto en los precios de los servicios, que se resisten a descender, y de productos agropecuarios, como cebolla, zanahoria, chile poblano y tomate verde.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el índice nacional de precios al consumidor (INPC) presentó una variación de 0.52 por ciento en los primeros 15 días de diciembre respecto a la quincena previa, la más alta desde 2018. Con este resultado, la inflación general anual se colocó en 4.46 por ciento, su mayor nivel desde la segunda quincena de septiembre.

El dato fue mayor a lo esperado por el consenso de los analistas consultados por Citibanamex en su última encuesta, pues esperaban que la inflación general anual se mantuviera prácticamente sin cambios en 4.3 por ciento.

La inflación de servicios repuntó 0.63 por ciento quincenal, luego de que en la segunda mitad de noviembre sólo aumentó 0.05 por ciento, y fue de 5.40 por ciento anual en la primera mitad de diciembre.

Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más, sostuvo que los servicios siguen sin exhibir un claro descenso. Incluso, en esta lectura, vieron su mayor variación desde mayo, ante un rebote en servicios distintos a vivienda y educación.

El Inegi estimó que los precios con mayor incidencia en la inflación general al alza fueron el transporte aéreo, cebolla, jitomate, servicios turísticos en paquete, así como loncherías, taquerías, torterías y fondas; nopales; restaurantes y similares; y electricidad, principalmente.

El precio de la cebolla se disparó a 56.40 por ciento anual; el chile poblano subió 56.17; la zanahoria, 54.35; el tomate verde, 51.29; el azúcar, 41.55; nopales, 21.12; mientras el transporte aéreo, 34.53; los frijoles, 19.49, y los seguros de autos, 20.08 por ciento.

El índice de precios subyacente, que determina la trayectoria de la inflación general a mediano y largo plazos y que excluye elementos volátiles como los alimentos y la energía, aumentó 0.46 por ciento a tasa quincenal y 5.19 por ciento a tasa anual.

En el índice subyacente, a tasa quincenal, los precios de las mercancías incrementaron 0.32 por ciento y los de servicios, 0.63 por ciento.

El índice de precios no subyacente, que incluye productos agropecuarios y energéticos, registró un crecimiento de 0.68 por ciento quincenal y de 2.28 por ciento a tasa anual.

Dentro del índice no subyacente, a tasa quincenal, los precios de los productos agropecuarios subieron 1.45 por ciento y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, 0.03 por ciento.

Para Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex, la inflación cerrará el año en 4.5 por ciento y para 2024 en 4.4 por ciento.

El proceso de desinflación en México podría continuar por la restricción de tasas de interés (al cierre de 2024 sería de 9.5 por ciento, actualmente en 11.25 por ciento); no obstante, el proceso será paulatino. Ante el sólido crecimiento en México, los riesgos para la inflación mantienen un sesgo al alza, destacó Aguilar.