Madrid. Alexander Payne, director de títulos tan aclamados como Entre copas, Los descendientes y Nebraska regresa a la gran pantalla con Los que se quedan, comedia dramática ambientada en los años 70, protagonizada por un profesor muy gruñón pero encantador encarnado por Paul Giamatti.

El filme, que se estrenará el 3 de enero, tras su paso por los festivales de Telluride, Toronto y Londres, cuenta con tres postulaciones a los Globos de Oro (mejor película de comedia o musical, mejor actriz de reparto para Da’Vine Joy Randolph y mejor actor de comedia o musical para Giamatti).

En una secuencia de apenas un minuto de duración, el personaje de Giamatti muestra todo su genio tras tener ciertos problemas con la camarera de un restaurante a la hora de pedir el postre.

La película sigue los pasos de Paul Hunham, un profesor cascarrabias de un prestigioso colegio americano que se ve obligado a permanecer en el campus durante las vacaciones de Navidad para velar por un grupo de estudiantes que no tienen a dónde ir.

Y contra todo pronóstico, la convivencia lo llevará a forjar un insólito vínculo con uno de ellos, un inteligente y problemático muchacho con sus propios traumas (Dominic Sessa, debutando en la gran pantalla), y con la jefa de cocina de la escuela, que acaba de perder un hijo en Vietnam (Da’Vine Joy Randolph).