El Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria aplaudió que se lleven a cabo reuniones de alto nivel entre México y Estados Unidos para tratar el tema migratorio desde una perspectiva de corresponsabilidad, como sucedió el miércoles pasado, pero subrayó que los acuerdos deben impactar de manera “inmediata y directa”.

“No es posible que las personas continúen durmiendo y estando en condiciones indignas, en las que la alimentación, vivienda digna, salud, derecho a la educación, particularmente de niñas, niños y adolescentes, está completamente coartada por la implementación de una política de contención migratoria”, señaló Melissa Vertiz, secretaria técnica del grupo.

Manifestó su preocupación porque en las reuniones entre autoridades de México y Estados Unidos “no se escucha a sociedad civil ni a personas migrantes” y no se difunde ampliamente lo acordado.

Gabriela Hernández, directora de Casa Tochán, confió en que “las cosas sí cambien”, aunque dijo que habrá que darles el beneficio de la duda, porque en los hechos los migrantes siguen enfrentando “un tortuoso camino”.