Sábado 30 de diciembre de 2023, p. 18
Gaza. Tres hermanos palestinos detenidos por Israel en la franja de Gaza declararon que, tanto ellos como otras personas, fueron golpeados, dejados en ropa interior, quemados con cigarrillos y sometidos a otras formas de maltrato durante su detención.
Sobhi Yaseen y sus hermanos Sady e Ibrahim eran parte de un grupo de decenas de hombres refugiados en una escuela de Rafá, en el sur de Gaza.
La agencia de noticias Reuters no pudo confirmar de forma independiente sus relatos, pero coinciden con las descripciones de otros más de 20 detenidos, que hablaron bajo condición de anonimato.
En un comunicado, las Fuerzas de Defensa Israelíes explicaron que el ejército estaba operando para desmantelar las capacidades militares de Hamas
y rescatar a los rehenes.
El documento señala que los detenidos fueron tratados de acuerdo con el derecho internacional, y a menudo se les pidió que entregaran la ropa para asegurarse de que no llevaban armas o explosivos.
Sobhi apuntó que él y sus hermanos fueron capturados a principios de diciembre, luego de que el ejército israelí cercó la zona donde vivían y trabajaban como jornaleros en el barrio de Zeitoun.
Relató que cuatro personas lo golpearon después de que no pudo subir a un camión, debido a una lesión previa en la pierna, y que luego lo llevaron a una zona abierta donde los captores fumaban y apagaban cigarrillos en nuestras espaldas, nos rociaban con arena y agua, y orinaban sobre nosotros
.
Palos de ciego
Los hermanos Yaseen relataron que los militares israelíes no formularon acusaciones concretas contra ellos. Fueron detenidos juntos y luego separados, en el marco de las aprensiones colectivas llevadas a cabo por el ejército israelí en la franja.
Nos golpeaban, y al que levantaba la voz después de la paliza lo volvían a golpear. Nos registraron, nos quitaron nuestras identificaciones, dinero y teléfonos
, explicó Sady, hablando en un grupo de unos 20 hombres, la mayoría vestidos con ropa gris que les dio el ejército israelí.
Algunos mostraron grandes costras y piel en carne viva en las muñecas, de donde, indicaron, les habían atado o esposado, y uno tenía hematomas y una cicatriz roja redonda en la espalda.
Otro exhibió una cicatriz reciente en el muslo, derivado de uno de los golpes
, sostuvo.
El tercer hermano Yaseen, Ibrahim, describió que lo retuvieron con las manos atadas y los ojos vendados. No nos dejaban dormir. Permanecíamos de pie durante horas. Te golpeaban alternativamente en la cabeza y en el cuerpo
, añadió.