Viernes 5 de enero de 2024, p. 15
El Banco de México (BdeM) prevé que durante 2024 el crecimiento económico del país continúe siendo robusto
y anticipa que en la primera parte del año actuará con cautela
, abriendo la puerta recortes graduales
y posiblemente no continuos a la tasa de interés de referencia.
En las minutas correspondientes a su última reunión de política monetaria de 2023, cuando se decidió dejar la tasa de referencia en 11.25 por ciento, la junta de gobierno del banco central destacó que la actividad económica siguió mostrando dinamismo en la parte final del año, superando en varias ocasiones las previsiones.
Los pronósticos de crecimiento del Banco de México para 2023 se han revisado continuamente al alza. Las previsiones más recientes sugieren que en 2024 el crecimiento económico seguirá siendo robusto, con lo cual se consolidará una de las expansiones más largas de los últimos años
, dijo uno de los miembros del banco.
Las minutas del instituto central no identifican por nombre a quien realiza los comentarios, sino que se limita a señalar que fue hecho por un miembro
, que puede ser alguno de los cuatro subgobernadores, o la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja.
Un integrante de la junta comentó que no puede descartarse que la economía nacional muestre una resiliencia mayor a la prevista. Al respecto, otro añadió que cada vez es más factible que el proceso de relocalización de empresas continúe, lo que es positivo para el crecimiento de la economía mexicana.
Respecto a la inflación, la mayoría de los miembros consideró que la reducción a lo largo del año ha sido significativa. Algunos señalaron que el avance se ilustra al comparar los niveles actuales de inflación con los registrados en 2022 y principios de 2023.
La inflación general anual ha disminuido aproximadamente 2.5 puntos porcentuales desde marzo de 2023 y actualmente se sitúa significativamente por debajo del máximo de 8.70 por ciento observado en agosto de 2022.
Cautela con los recortes
La mayoría de la junta manifestó que el panorama inflacionario continúa implicando retos, por lo que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación se mantiene sesgado al alza; no obstante ha mejorado respecto del prevaleciente a finales de 2022 e inicios de 2023.
En este contexto, un miembro mencionó que, en las reuniones del primer trimestre de 2024, al evaluar la posibilidad de reducir la tasa de referencia, habrá que proceder con cautela.
Apuntó que el enfoque de cautela significa que los ajustes a la baja, cuando las condiciones macroeconómicas los permitan, deberán ser graduales y que las decisiones serán tales que la postura monetaria permanezca sólida para lograr la convergencia de la inflación a la meta.