La violencia familiar, el abuso y el maltrato son factores que llevan a buscar en las drogas y el alcohol una salida, pero éstas sólo conducen a los consumidores a caer en una dependencia que puede ocasionarles la muerte por los problemas de salud que les generan dichas sustancias.

Minerva Vargas Cabrera, encargada de la dirección de la Clínica de Especialidades Toxicológicas Venustiano Carranza, explicó que la adicción en jóvenes y adultos no tiene que ver con nivel educativo o estrato económico.

El año pasado, en el área de urgencias se atendieron a 9 mil 134 pacientes, en consulta especializada a 7 mil 660 y en hospitalización a mil 1410 con una tasa de mortalidad de 0.08 por ciento.

Además, se realizaron 269 mil pruebas de laboratorio que solicitaron los hospitales de la red, el Tribunal Superior de Justicia, el IMSS, el Issste o la Secretaría de la Defensa Nacional con el fin de conocer la sustancia con la que se intoxica una persona.

Nosocomio capitalino, único en la atención

La experta destacó que la Clínica de Especialidades Toxicológicas Venustiano Carranza, localizado en la colonia Cuchilla Pantitlán, es el único hospital de este tipo en la ciudad y en el país, pues el ubicado en Xochimilco no cuenta con laboratorio, siendo las edades de nuestros pacientes entre 20 y 40 años, aunque se tienen algunos adolescentes que cumplen con medidas cautelares.

Los interesados deben acudir de forma voluntaria y aceptar ser internados por 10 días; después tienen que asistir a consultas cada tercer día o dos veces por semana para seguir con su tratamiento farmacológico y médico gratuito.

Agregó que cada tratamiento es distinto, depende de la adicción y las enfermedades que los pacientes presentan, pero uno de cada 10 se rehabilita.

La paciente Rocío dio su testimonio. Indicó que amanecer alcoholizada y drogada en Garibaldi la llevó a buscar ayuda, pues habían pasado muchos años de haberse salido de casa para seguir su vida y hacerse adicta al alcohol y a las drogas.

Cinco años después ha presentado recaídas, pero tengo dos años de abstinencia, mi familia me volvió a recibir, en dos meses seré abuela y estoy por concluir mi preparatoria para seguir una carrera corta.

Mencionó que a sus 45 años he tenido la bendición tan grande de reinsertarme en mi familia y a la sociedad, y sigo con mis consultas, con mis terapias, porque hay una vida por delante y la vida es hermosa.