Miércoles 24 de enero de 2024, p. 26
San Cristóbal de Las Casas, Chis., Al menos 2 mil 300 pobladores de los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y La Concordia, en las zonas sierra y frontera de Chiapas, se encuentran desplazadas desde el 15 de enero por la narcoviolencia, lo que apunta a una verdadera crisis humanitaria
, afirmó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba).
En un comunicado, exigió a los gobiernos federal y estatal, atender urgentemente a las personas víctimas de desplazamiento forzado, así como las causas
, aplicando los Principios Rectores del Desplazamiento Forzado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Ley para la Prevención y Atención del Desplazamiento Interno en el Estado de Chiapas.
En las primeras semanas de enero la violencia se ha agudizado en las regiones Frontera y Sierra de Chiapas; la documentación apunta a una verdadera crisis humanitaria traducida en al menos 2 mil 300 personas en situación de desplazamiento forzado originarias de Chicomuselo, Socoltenango y La Concordia
, señaló.
Dijo que estos hechos se enmarcan en el contexto de violencia que emana de la disputa por el control del territorio entre la delincuencia organizada. El desplazamiento forzado es parte de las formas de acción que utilizan los grupos criminales para el control de la población
.
Desde 2021, más de 10 mil expulsados
El Frayba aseguró que de junio de 2021 a la fecha han sido víctimas de desplazamiento forzado más de 10 mil personas, que han huido de sus hogares para salvar sus vidas y buscar refugio.
Recordó que el 15 de enero en los límites de Nuevo Chejel, municipio de Socoltenango, y Nueva América, en Chicomuselo, hubo un enfrentamiento entre grupos armados. Testimonios refieren la desaparición de personas, homicidios, reclutamiento forzado, así como impactos sicosociales expresados en pánico colectivo
.
Agregó que el 16 de enero, pobladores de Nueva América intentaron evitar el ingreso de las fuerzas armadas a territorio ejidal, pero fueron reprimidos con uso excesivo de la fuerza por parte de los efectivos castrenses, dejando a su paso personas heridas, detonaciones de armas de fuego y estragos por la inhalación de gas lacrimógeno
.