Cerca de 500 habitantes de Valle de Bravo, estado de México, entre ellos prestadores de servicios, protestaron ayer frente a la sede de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en la Ciudad de México, en demanda de su intervención ante los bajos niveles de la presa y le pidieron dejar de saquear el recurso, ya que el embalse está a 32.5 por ciento de su capacidad; esto es, 52.6 por ciento por debajo del promedio histórico.

Mantuvieron cierres intermitentes en avenida Insurgentes Sur, a la altura del eje 10 Sur, ante la ausencia de soluciones al “saqueo de la presa, la falta de infraestructura, las fugas y el huachicoleo del agua”.

Ahí, buscaron hablar con el director del organismo, Germán Martínez, para entregarle un pliego petitorio en el que plantean que se busquen otras fuentes de abastecimiento y detener la extracción de agua del lago para evitar que se seque, pues ahora está unos 17 metros por debajo de su nivel promedio; la respuesta fue que el funcionario no se encontraba en las instalaciones, dijeron.

Las presas Valle de Bravo, Villa Victoria y El Bosque forman parte del Sistema Cutzamala, que abastece de 25 por ciento del agua al Valle de México, y que está en promedio a 38.7 por ciento de su capacidad, mientras el registro histórico para la fecha es de 75.4 por ciento, por lo que mantiene un déficit de 36.7 por ciento. Villa Victoria tiene el nivel más bajo de las tres presas, pues está a 30.2 por ciento de llenado y El Bosque a 58.7 por ciento, reportó la Conagua.

Ayer, desde las 4 de la madrugada, los vallesanos se congregaron en la zona del embarcadero de la presa para abordar 18 autobuses que los llevaron a la sede nacional de la Conagua, a la cual arribaron a las 8 horas.

Ahí explicaron que alrededor de 3 mil personas dependen de actividades derivadas del embalse, como el turismo, una de sus principales fuente de ingresos, el cual ha decaído, ya que los visitantes no pueden realizar deportes acuáticos; además, los restaurantes y otros servicios se han visto afectados.

Se manifestaron con matracas y pancartas, con leyendas como Las autoridades del agua no han entendido que el pueblo de Valle de Bravo necesita del lago para vivir y La presa Miguel Alemán es el motor de la economía de todo el pueblo de Valle de Bravo y no la dejaremos morir.

Los vecinos y los prestadores de servicios de Valle de Bravo reprocharon a la Conagua que a más de un año de que se comenzó a ver la crisis hídrica –a la misma fecha de 2022 estaba a 55.2 por ciento de llenado– y comenzó a descender el nivel de almacenamiento, no se han tomado medidas para buscar otras fuentes de abasto de líquido para la Ciudad de México y los municipios conurbados.

Queremos que ya no se saque más agua del lago, de la presa, que lo dejen descansar al menos un año para que recupere un poco su nivel. Si seguimos así, se va a acabar el agua, nos dejarán sin la fuente de ingresos y también dejarán sin agua a la gente que vive aquí en la Ciudad de México, señaló David, propietario de uno de los restaurantes más representativos de Valle de Bravo, ubicado en la orilla del lago.