Aloja el Munae exposición integrada por 99 piezas elaboradas por el matrimonio // En su obra, denunciaban el racismo y la marginación que padecían, ella en EU y él en México
Viernes 22 de marzo de 2024, p. 2
Los artistas Elizabeth Catlett (1915-2012) y Francisco Mora (1922-2002) son ejemplo de resistencia ante el racismo, la segregación y la violencia que imperó tanto en México como en Estados Unidos durante el siglo XX, situaciones que siguen vigentes. Así lo plantea la exposición dedicada a ambos que creadores que se inaugura mañana en el Museo Nacional de la Estampa (Munae).
La muestra Elizabeth Catlett y Francisco Mora, compañeros en el arte y en la vida, se integra por 99 piezas, entre grabados, pinturas, bocetos y panfletos, y fue curada por Arturo Rodríguez Döring, quien explicó: además de un frente de lucha común, es una semblanza de la vida de la pareja
.
Catlett nació en la ciudad de Washington, Estados Unidos, hija de unos trabajadores y maestros negros que padecieron marginación a consecuencia del racismo.
“Llegó a México por una beca que recibió con la Universidad Howard, centro de estudios en el que los negros podían estudiar. Posteriormente asistió a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda; ahí, Pablo O’Higgins le presentó a Francisco Mora, de quien se enamoró, con quien se casó y tuvieron tres hijos”, explicó el curador.
Mora, originario de Uruapan, Michoacán, hijo también de maestros, creció en un contexto de pobreza. A partir de su ingreso a la Esmeralda, por un apoyo del gobierno estatal, profesionalizó sus trabajos de grabado y pintura. Tras conocer a Elizabeth, coincidió con ella en los temas de falta de derechos humanos y de segregación en sus respectivos países.
“Ambos plasmaron y dialogaron sobre temas de injusticia social, aunque es cierto que trabajaron de manera separada, cada uno en su propio estudio, pero la temática que planteaban siempre iba de la mano: los derechos humanos de los trabajadores y de los oprimidos.
Trabajó de cerca con los grandes muralistas de la época y se integró al proyecto educativo promovido por Lázaro Cárdenas, en el que creó imágenes sobre la expropiación petrolera, la educación y el trabajo en las minas
, explicó Rodríguez Döring.
Sucesos emblemáticos en tinta
Sin perder la actualidad de lo que sucedía con los movimientos de resistencia de la población afroestadunidense, Elizabeth Catlett plasmó los momentos más emblemáticos de la lucha de su pueblo: grabó retratos de Frederick Douglass (uno de los dirigentes más importantes que lucharon por la libertad de los esclavos negros), de Harriet Tubman y de Malcolm X.
Me considero muy ordinaria, miembro de cuatro grupos explotados: los negros, los mexicanos, las mujeres y los pobres
, expresó en su momento Catlett.
En tanto, Francisco Mora trabajó muy de cerca con los movimientos comunistas, interesado en exponer las condiciones de vida de las poblaciones más marginadas. La pareja ilustró bocetos, panfletos y manuales relacionados con los derechos y la lucha revolucionaria.
En la obra de Mora se puede observar su percepción sobre la falta de derechos en Estados Unidos. Pintó a los trabajadores, los campesinos y a los recolectores de algodón. El trabajo mutuo duraría toda la vida, ya que los separó la muerte de Francisco Mora, en 2002.
La muestra incluye un video, en el cual se aprecian testimonios de Francisco Mora y de Elizabeth, mientras trabajan en su estudios. Gran parte de las piezas fueron aporte de los herederos Catlett Mora, quienes informaron que tienen planes para construir un centro cultural con el acervo de ambos artistas, el cual permanece casi intacto.
La exposición Elizabeth Catlett y Francisco Mora, compañeros en el arte y en la vida, se podrá visitar a partir de este sábado y hasta el 23 de junio en el Museo Nacional de la Estampa (avenida Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México).