De los usuarios de glifosato, tan sólo 8.7 por ciento corresponde a los grandes agricultores y la mayor proporción del herbicida lo aplican los de menor escala, ya que representan 44 por ciento del total, mientras lo utilizan 34.1 por ciento de los productores de mediana escala, sostuvo Luis Rafael Hernández, titular de la Procuraduría Agraria, al presentar los resultados de la encuesta que este organismo aplicó con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) para conocer el uso del químico.

En 56 por ciento de 32 mil núcleos agrarios del país, no se usa glifosato, y los entrevistados reportaron distintas prácticas, como el deshierbe con machete y manual, también la labranza con el uso de animales, rotación de cultivo, uso de desbrozadores, control con fuego y otros hercibidas, detalló.

Explicó que con el Conahcyt se desarrolló la Encuesta Nacional de Uso de Glifosato con unos 8 mil cuestionarios en 2 mil núcleos agrarios para conocer el uso de glifosato y el control de arvenses en el medio rural y se aplicó en el ciclo agrícola de 2022.

Detalló que los resultados son que los estados con mayor penetración en el uso de glifosato son Veracruz, Chiapas, Campeche, Guerrero y Tabasco, entidades con alto grado de pobreza y es en el maíz de autoconsumo donde se usa con mayor frecuencia.

Lo anterior se debe a que estos productores son motivados por recomendaciones de terceros ante el desconocimiento de los efectos perniciosos o carecen de fuerza de trabajo por la migración de jóvenes, agregó.

Destacó que la probibición en el uso de glifosato, establecida en el decreto presidencial de diciembre 2020, y ratificada posteriormente en febrero de 2023, no afecta la rentabilidad asociada a la ­agroindustria.