La muestra ofrece una visión renovada de una de las más célebres sociedades mesoamericanas
Miércoles 3 de abril de 2024, p. 5
La exposición Mexica: Ofrendas y dioses del Templo Mayor fue inaugurada ayer y abierta al público hoy en el Museo del muelle Branly-Jacques Chirac en París, Francia, donde permanecerá hasta el 8 de septiembre, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado. Como adelantó en primicia La Jornada (20/1/24), la muestra está conformada por más de 500 piezas arqueológicas, entre las que se encuentran numerosas ofrendas halladas en las últimas décadas en las ruinas del Templo Mayor mexica, de las cuales tres cuartas partes nunca han sido expuestas fuera de nuestro país.
De estos tesoros arqueológicos reunidos, tres cuartas partes nunca han sido expuestas fuera de nuestro país, e incluso algunas serán vistas por primera vez en público tras casi medio siglo de excavaciones en el corazón de la Ciudad de México, a un costado de la Catedral Metropolitana.
Mexica: Ofrendas y dioses del Templo Mayor es resultado de un proyecto binacional a cargo del INAH y el Museo del muelle Branly-Jacques Chirac, como parte de la participación cultural mexicana con motivo de los Juegos Olímpicos que tendrán lugar en la capital gala del 26 de julio al 11 de agosto.
Encabezada por el arqueólogo Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor (PTM), del INAH, esta muestra sin precedente muestra por primera vez en Europa los últimos hallazgos de los arqueólogos y permitirá al público europeo y de otras latitudes ampliar su conocimiento sobre el imperio mexica.
A propósito de la inauguración López Luján expresó a La Jornada que “el día de hoy se corona una nueva aventura binacional Mexico-Francia en el ámbito de la cultura, en la que los equipos del Museo del Templo Mayor-INAH y del Museo del muelle Brandly han sumado esfuerzos a lo largo de casi tres años para ofrecer a los habitantes y visitantes de París una exposición verdaderamente deslumbrante sobre la civilización mexica.
“Hemos intentado dar en esta muestra, compuesta por más de 500 objetos, muchos de ellos inéditos, una visión renovada de una de las más célebres sociedades mesoamericanas, cuyo conocimiento científico se ha revolucionado gracias a las excavaciones arqueológicas realizadas de manera ininterrumpida desde 1978 en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Dejamos de lado los clichés que caricaturizan y demonizan a los mexicas como un pueblo obsesionado por el sacrificio humano. Nuestro objetivo en la exposición ha sido presentar a un imperio económico y políticamente poderoso, que tenía una concepción del cosmos particularmente compleja y que había alcanzado un altísimo refinamiento en sus expresiones artísticas.
De acuerdo con el arqueólogo, la muestra se centra en la explicación de su intrincado panteón religioso y en las riquísimas ofrendas enterradas por los fieles en el Templo Mayor para congraciarse con sus dioses y obtener a cambio sus favores. Hay que subrayar que muchas de estas prácticas rituales tienen eco entre las comunidades indígenas del México moderno, si bien transformadas por el fuerte impacto del cristianismo
.
También agregó que una importante sección de la muestra está dedicada a los depósitos rituales, las mesas y las ofrendas que hoy hacen los nahuas y los tlapanecos en nuestro país. Ha sido un privilegio para mí poder colaborar con mis colegas franceses en esta empresa colectiva, coordinando los trabajos de museografía, la elaboración de un bellísimo catálogo y la organización de un coloquio
.
La exhibición comprende esculturas, máscaras, restos animales y objetos funerarios, rituales, bélicos y ornamentales. La mayoría provienen del PTM, aunque también de otros recintos museísticos mexicanos, entre ellos el Nacional de Antropología, el de Antropología e Historia del Estado de México y el Nacional de Historia.
Se emplea el término mexica
y no azteca
debido a que así se identificaban a sí mismos los miembros de ese poderoso imperio, instalados en el centro de México en el siglo XIII, y que vivió su momento de esplendor justo antes de la llegada de los conquistadores españoles, en 1519. Posteriormente, el Templo Mayor fue destruido y sus ruinas sepultadas para edificar la capital del virreinato de la Nueva España, hasta su redescubrimiento en 1978.
Es un proyecto arqueológico que sigue siendo excavado de forma prácticamente continua desde 1978
, explicó a la prensa Steve Bourget, uno de los comisarios de la muestra y responsable de colecciones del continente americano del Museo del muelle Branly-Jacques Chirac.
Después de la proyección de un video que realiza una introducción histórica, el visitante se topa de entrada con un enorme cuauhxicalli o vaso de piedra tallada en forma de águila. El recipiente servía para recoger los corazones y la sangre de los sacrificados en el Templo Mayor.
La sala principal de la exposición muestra ofrendas y objetos como el esqueleto de un lobo que, tras ser sacrificado, fue enterrado con adornos de oro, como corresponde a un animal considerado guerrero. También hay cráneos humanos, algunos con cuchillos de tipo sacrificial, insertados en las órbitas de los ojos, o en lugar de la nariz.
Durante los dos primeros meses de la muestra el público podrá contemplar de forma excepcional el original del Códice Borbónico, preservado en la Asamblea Nacional francesa. Este documento, que no puede salir de Francia, es uno de los códices más valiosos para comprender cómo eran la vida diaria y las creencias de los mexicas.
Además, mañana y pasado mañana se llevará a cabo en el anfiteatro Claude Lévi-Strauss, del Museo del muelle Branly, el coloquio Rituales en la materia: Ofrendas, depósitos, altares en Mesoamérica y más allá
, en el contexto de esta exhibición.
(Con información de Afp)