ablar sobre la salud nos conecta como comunidad. Todos tenemos historias que contar sobre cómo la salud ha impactado nuestras vidas, ya sea sanándonos en momentos de desesperación o restaurándonos en la lucha por la vida.
Desde una perspectiva social, la salud es un tema omnipresente e imbatible. Desafía cualquier intento de dominio hegemónico en las conversaciones de sobremesa. En estas pláticas, convergen opiniones sobre la dieta más efectiva, el ejercicio de cinco minutos que hará adelgazar a cualquiera, disquisiciones sobre los remedios tradicionales y, por qué no, debates sobre estrategias espirituales para sanar el alma en tres segundos durante un eclipse en Mazatlán. Todos participamos en esta sinfonía variopinta, donde cada voz contribuye al diálogo colectivo sobre la salud.
Sin embargo, en el ámbito técnico, la salud abarca una amplia gama de procesos y conocimientos que, en muchas ocasiones, escapan del dominio público, siendo categóricos: la complejidad técnica de la salud se ignora. Esto incluye desconocer desde las habilidades de comunicación de los médicos para informar un diagnóstico y mitigar su impacto sicológico en el paciente, hasta los rigurosos estándares de calidad y los procesos de buenas prácticas de manufactura, implementados en las instalaciones donde se produce un medicamento.
Como tema político, lamentablemente la salud no ocupa el lugar que merece. Al contrario de las expectativas de muchos, fue una catástrofe sanitaria, no un desastre bélico ni económico, la que detuvo al mundo durante el covid-19. A menudo, los intereses económicos prevalecen sobre el bienestar de las personas, creando barreras para el acceso a tratamientos vitales.
No obstante, resulta abrumador reconocer que las desigualdades arraigadas en la región son un obstáculo significativo para la coordinación y la integración regional. Existen 35 países en nuestro continente, cada uno tiene su propia forma de validar un dispositivo médico, aprobar un medicamento y legislar sobre investigación, desarrollo, regulación, vigilancia y acceso a productos farmacéuticos. Armonizar estas normativas y procesos tan disímiles no es una tarea fácil; equivale a buscar un equilibrio entre las diferentes partes de un todo, como dirigir una orquesta donde cada instrumento tiene su propia partitura. En este escenario, cada país toca su propio instrumento con su propia partitura, creando una verdadera disonancia regulatoria en el continente.
Este panorama nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de una regulación armonizada a escala regional, que garantice acceso a medicamentos con estándares uniformes de calidad, seguridad y eficacia en todo el continente.
En la regulación, al igual que en la música, la armonía implica la existencia de una partitura común; una adecuada proporción entre las reglas y los procesos de evaluación. Sin embargo, en la actualidad, la diversidad de leyes, procesos y contextos geográficos y demográficos dificulta la posibilidad de una respuesta efectiva y coordinada ante una crisis sanitaria a escalas nacional, regional o mundial.
Es sólo a través de la solidaridad regional que podemos desarrollar mecanismos de convergencia regulatoria que agilicen la autorización de productos para el tratamiento de enfermedades prioritarias.
En este contexto, se llevará a cabo en agosto, en la Ciudad de México, la novena conferencia de la iniciativa Red Panamericana para la Armonización de la Reglamentación Farmacéutica (Red PARF), promovida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la cual reúne a representantes de los 35 países para dialogar y promover la cooperación e integración regulatoria regional, desarrollar propuestas comunes y encaminar procesos hacia el acceso equitativo a productos farmacéuticos eficaces, seguros y de calidad.
Al unificar nuestras voces en una sola armonía, la regulación sanitaria nos guiará hacia un futuro donde la integración del mercado farmacéutico garantice acceso a medicamentos con estándares regionales de seguridad, eficacia y calidad para todas las personas en nuestro continente.
* Comisionado federal y ** director de asuntos internacionales de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios