Lunes 8 de abril de 2024, p. 28
Puebla, Pue., De 2009 a la fecha los mantos freáticos en Puebla ya no se recargan al 100 por ciento por la proliferación de pozos artesanales y clandestinos, lo que a largo plazo disminuye la cantidad del agua, expuso Francisco Javier Sánchez Ruiz, investigador del decanato de ciencias biológicas en la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep). Explicó que este problema denominado efecto popote, ya se documentó en la región de Las Cholulas y en Juan C. Bonilla con el acaparamiento del líquido para uso industrial, como sucedió con el Parque Ciudad Textil Huejotzingo y la empresa Bonafont, aunado a que la mayoría de las familias de la región cuentan por tradición con veneros artesanales.
El especialista detalló: Hemos visto que hay infiltraciones, que muchos mantos freáticos se secaron y el agua se empieza a filtrar de una capa de tierra a otra hasta llegar a los más profundo
. Advirtió que si no se pone un freno a la excavación de pozos, la mayoría clandestinos, en dos años se podría secar 60 por ciento de los mantos freáticos de las zonas más afectadas por este problema en la entidad.
Números rojos en el sistema Cutzamala
Sánchez Ruiz llamó a la conciencia ciudadana
, e instó a la población a tomar medidas de conservación del recurso, como la reutilización y captación del líquido de lluvia, así como a reportar y atender fugas de manera oportuna. Mencionó que en la zona central de México se padece una crisis hídrica debido a que se enfrentan periodos de estiaje en zonas que antes eran prolíferas y productivas; estamos en números rojos en el sistema Cutzamala
, alertó.
En el caso de Puebla citó factores geográficos, como su ubicación en el Cinturón de fuego del Pacífico, que influye y afecta en las temperaturas y la evaporación del agua.
El estado se localiza en una de las zonas con mayor actividad sísmica y volcánica del mundo, debido al eje de volcanes activos e inactivos, como el Popocatépetl, Iztaccíhuatl, Malitzi, Citlaltépetl y Tliltépetl.
Sánchez Ruiz apuntó que si bien, en gran medida la disminución en las recargas de agua en los últimos meses es provocada por el cambio climático, las temperaturas están afectando la disponibilidad, principalmente en regiones donde históricamente no se padecía sequía.
El investigador de la Upaep concluyó que el aumento térmico retarda la recuperación de un acuífero, debido a que el calor agiliza la evaporación del agua superficial y evita que los mantos se recarguen.