Caracas y La Paz., El presidente venezolano, Nicolás Maduro, criticó ayer a su par ecuatoriano, Daniel Noboa, por el asalto a la embajada de México en ese país, la noche del viernes pasado, y aseguró que dicha acción se ejecutó en coordinación con Estados Unidos.

Noboa no va ni para el baño a hacer sus necesidades sin pedir permiso a la embajada de Estados Unidos en Ecuador, así que todo lo que hizo lo hizo en coordinación y con la venia del gobierno de Estados Unidos, no te quede duda, indicó el mandatario durante su programa semanal Con Maduro más, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión.

Maduro destacó que antes de la violenta irrupción, “la comandante del Comando Sur (Laura J. Richardson) pasó primero por Ecuador y luego a Argentina.

Esta es la barbarie de la derecha extremista que está llegando al gobierno en algunos países de América Latina, son posiciones neonazis, neofascistas, ¡lo son!, dijo. También acusó a Noboa de apoyar a sectores de la derecha extremista en Venezuela.

Solidaridad de Castillo

El encarcelado ex presidente peruano Pedro Castillo publicó en X: “Expreso mi solidaridad con el hermano país de México. El ataque sufrido en su embajada por parte del gobierno de Ecuador es condenable, ya que viola el derecho internacional al intentar secuestrar al Sr. Jorge Glas, con quien me identifico, pues he experimentado en carne propia este tipo de injusticias.

La Organización de Estados Americanos y los organismos de derechos humanos deberían actuar de inmediato y no actuar con cálculo político, como lo hicieron en mi caso. Mantengo firme la esperanza de que las tiranías lleguen a su fin, tanto en el Perú como en Ecuador.

Bolivia reitera apoyo

Cualquier acto que afecte al Estado y pueblo amigo mexicano nos afecta como si fuera contra nosotros mismos, afirmó el presidente de Bolivia, Luis Arce, quien recibió exclusivamente, en gesto solidario, las cartas credenciales de Eduardo Sosa, embajador de México en ese país.

Añadió que Bolivia respeta las reglas diplomáticas internacionales y por lo mismo condena la irrupción policiaca en la sede en Quito, como expresó por teléfono a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, un día antes.

Repudió con la misma indignación el maltrato contra el jefe de misión, Roberto Canseco, quien defendió su embajada y a su asilado, Jorge Glas, honrando la tradición mexicana, y lo sabemos quienes vivimos la ruptura del orden institucional en Bolivia en 2019.