Sábado 20 de abril de 2024, p. 9
En la reconstrucción colectiva de lo que sucedió en el periodo de la llamada guerra sucia, entre 1965 y 1990, todavía faltan testimonios de una comunidad importante de víctimas y de testigos que nunca han hablado
y cuyos relatos tendrían grandes aportes para conocer la verdad, aseveró Alicia de los Ríos Merino, hija de Alicia de losRíos, militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, desaparecida el 5 de enero de 1978.
Por ello, junto con el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, convocó a quienes tienen información sobre su madre y las graves violaciones a derechos humanos de esos años, a que las compartan a través del correo electrónico: [email protected].
En entrevista, explicó que desde hace tres años habilitó dicha vía de comunicación, mediante la cual principalmente ha recibido mensajes de apoyo y solidaridad; sin embargo, no pierde la confianza de que en algún momento pueda llegar lo que esperamos
. Que todavía no lo reciba no significa que por eso nos vamos a dar por vencidos
, expresó.
De los Ríos Merino expuso que las desapariciones forzadas siempre van a tener testigos, tanto al momento en que se comete el delito como de otras vecindades, testigos silenciosos; familiares incluso de los propios responsables de la desaparición, gente que se cruza, que estaba haciendo su trabajo y que no se quisieron meter en problemas, pero que, sin embargo, tuvieron conocimiento de que algo estaba sucediendo
.
Reconoció que a más de 40 años de la desaparición de su madre, quien fue vista por última vez en el Campo Militar número 1 y en la Base Aérea número 7, en Pie de la Cuesta, Guerrero, el tiempo es nuestro mayor enemigo
, pero todavía viven muchos de los que pudieran haber sido responsables o testigos
.
En este sentido, la historiadora refirió que en las investigaciones para dar con el paradero de Alicia de los Ríos se han llevado a cabo aproximadamente una docena de diligencias con testigos.
Indicó que en la indagatoria son importantes los testimonios de quienes fueron parte de la extinta Dirección Federal de Seguridad, de las personas que fueron integrantes del Segundo Batallón de la Policía Militar y los agentes de la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, cercanos a Arturo Durazo
, ex director de la policía capitalina.
La activista enfatizó que es necesario convencer a víctimas y testigos que se han negado a hablar
, de que como país tenemos derecho a una verdad colectiva
. Esto, dijo, “va más allá de un individuo, de un caso o de un litigio… es decir, no es nada más Alicia, sino también las otras víctimas”.