Miércoles 24 de abril de 2024, p. 34
Acapulco, Gro., A seis meses de que el huracán Otis azotó el puerto de Acapulco, unas 800 embarcaciones permanecen hundidas en la bahía y otras fueron arrastradas a playas como Manzanillo u Honda, por lo que se requiere una limpieza a fondo para evitar un desastre ambiental, señalaron el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, Alejandro Martínez Sidney, y el oceanólogo Efrén García Villalvazo.
Hay más de 100 mil litros de diésel en contenedores al fondo de la bahía y en cualquier momento van a empezar a colapsar; las lanchas y yates se hundieron con combustible y sistemas eléctricos, pues estaban cargadas para tratar de enfrentar al huracán
, explicó Martínez Sidney en conferencia de prensa. Recalcó que podría haber hasta mil baterías de triple placa en el mar.
Expuso que para solucionar esto se necesitan buzos especializados, boyas de flotación y la realización de maniobras de mucha técnica
, por lo que pidió que el tema se aborde a la brevedad posible en una mesa de trabajo de manera respetuosa para las víctimas
.
Asimismo, hizo un llamado a autoridades de los tres niveles de gobierno a implementar un plan integral de reactivación del sector náutico, luego de que 90 por ciento de mil 200 vehículos empadronados ante la capitanía de puerto sufrieron daños.
El oceanólogo Efrén García sostuvo que es tiempo de dejar atrás la etapa de emergencia para pasar a una fase de recuperación más formal; la parte ambiental fue pospuesta un poco, pero si no iniciamos un rescate, estaremos asistiendo a una catástrofe
, advirtió.
Asimismo, detalló que las embarcaciones citadas podrían estar entre 10 y 20 años liberando combustible bajo el mar, lo cual afectará el ecosistema marino; también dijo que debido a la fuerza del meteoro las estructuras se rompieron, lo que ocasionó que la fibra de vidrio con que están elaboradas se esparciera.
Hay pequeños pedazos regados en el fondo del mar. La fibra de vidrio mal manejada es un elemento muy agresivo para la salud humana y de muchos animales. Si ustedes bucean en la parte en que se hundieron un montón de barcos hay fragmentos de este material, los cuales se van a esparcir y fragmentar más debido a las tormentas
, insistió.
El empresario Guido Rentería, propietario del restaurante Palao, construido en 1958 en la isla La Roqueta, acusó que después de los daños ocasionados por Otis, el establecimiento sigue cerrado y en reconstrucción, además de que ha sido robado en cinco ocasiones.