Washington. El Congreso de Estados Unidos aprobó a última hora de ayer un amplio paquete de ayuda exterior, tras meses de retraso, al despejar el camino para una nueva financiación de Ucrania en medio de los avances de la invasión rusa y la escasez de suministros militares a Kiev.

El Senado aprobó por 79 votos a favor y 18 en contra cuatro proyectos de ley aprobados por la Cámara de Representantes el sábado, después de que los líderes republicanos de la cámara baja cambiaran de rumbo y permitieran una votación sobre los 95 mil millones de dólares en ayuda, principalmente militar, para Ucrania, Israel y Taiwán y los socios en el Indo-Pacífico.

Firmaré este proyecto de ley y me dirigiré al pueblo estadunidense tan pronto llegue a mi despacho mañana (miércoles) para que podamos comenzar a enviar armas y equipos esta misma semana, aseguró el presidente Joe Biden en un comunicado, al considerar que la aprobación del Congreso demostró que Washington apoya de manera resuelta la democracia y la libertad, en contra de la tiranía y la opresión.

Los cuatro proyectos de ley se combinaron en un solo paquete en el Senado.

La mayor cantidad, a Kiev

El mayor de ellos destina 61 mil millones de dólares a Ucrania. El segundo, 26 mil millones para Israel y ayuda humanitaria a civiles en zonas de conflicto de todo el mundo, y el tercero, 8 mil 120 millones para contrarrestar a la China comunista en el Indo-Pacífico.

Una cuarta, que la cámara añadió al paquete la semana pasada, incluye una posible prohibición de la aplicación de TikTok, controlada por China, medidas para la transferencia de activos rusos incautados a Ucrania y nuevas sanciones a Irán.

“Es un punto de inflexión en la historia. La democracia occidental enfrenta quizá su mayor amenaza desde el final de la guerra fría”, dijo en el Senado el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer.

El paquete de ayuda podría ser el último aprobado para Ucrania hasta después de las elecciones de noviembre, en las que están en juego la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

Gran parte de la oposición a la ayuda de seguridad tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado ha venido de republicanos con estrechos vínculos con el ex presidente Donald Trump, un escéptico de los desembolsos a Ucrania.