¡Que vivan los estudiantes!
o dejan en paz a la cúpula política, empresarial y académica. Ante esa frase famosa de otros movimientos, el silencio es complicidad
, han respondido con un coro magnífico y furioso de repudio a la guerra de Israel contra los palestinos y la complicidad de la cúpula estadunidense. Que los jóvenes sean las guías morales, que se porten como deberían de portarse los adultos
no es nuevo; una vez más ofrecen un grito inocente ante los crímenes contra la humanidad. Ojalá sean de nuevo la levadura para ayudar a frenar la barbarie israelí en Gaza que se comete con bombas estadunidenses y el endoso de Washington.
El fracaso de esa cúpula en controlar la disidencia se reveló cuando las autoridades académicas y políticos recurrieron a la represión con policías antimotines, incluyendo unidades antiterroristas
y hasta la Guardia Nacional, deteniendo e intimidando a golpes a estudiantes y a veces sus profesores que salieron a defenderlos. Con ello violan esos principios supuestamente sagrados de la libertad de expresión que dicen velar y dejan al descubierto la hipocresía oficial con la que el gobierno estadunidense condena a otros gobiernos por reprimir a estudiantes y manifestantes pacíficos (aparentemente no hay espejos en Washington).
Pero las autoridades académicas y políticas obviamente no han estudiado la historia que les contaría que esa represión –van más de 900 arrestos desde el 18 de abril, reporta la agencia Ap– frecuentemente tiene el efecto opuesto al deseado y suele multiplicar las protestas, justo lo que ha pasado por todo el país.
Ahora en más de 40 universidades se ha intentado instalar plantones, a pesar de cientos de arrestos, se realizan protestas constantes y cada día se suman más. Y siguen apareciendo todo tipo de aliados de los estudiantes, desde artistas famosos como Susan Sarandon, John Cusack y Tom Morello, rabinos, reverendos e imames, hasta una sobreviviente judía del Holocausto, líderes históricos como Angela Davis, y mariachis que cantaron Cielito lindo con los manifestantes en el plantón de la Universidad de Columbia (https://twitter.com/ajplusespanol/status/ 1784311555540042045)
Las protestas universitarias que han logrado ocupar las primeras planas se suman a un movimiento más amplio que estalló desde hace seis meses, donde los jóvenes han sido participantes claves, y que se ha expresado a través de más de 8 mil acciones en unas 850 ciudades (https://www.jornada.com.mx/2024/04/ 26/mundo/023n1mun).
Los estudiantes han logrado obligar a la cúpula a responder a sus protestas. No hay acto público de alto perfil –desde reuniones electorales del presidente, la cena de corresponsales de la Casa Blanca este fin de semana, hasta foros empresariales– que no sea interrumpido por estas voces disidentes acusando complicidad y crímenes contra la humanidad.
En sus demandas particulares a las universidades, los estudiantes han exigido que retiren inversiones en empresas que lucran con el negocio bélico y con Israel, revelando una vez más que estas instituciones, sobre todo las privadas, tienen fondos de inversión de cientos de miles de millones de dólares o que sus donantes multimillonarios tienen más poder que frases elegantes sobre libertad de expresión.
Las autoridades académicas y políticas justifican sus órdenes de represión y castigo de estudiantes al acusar que los plantones y movilizaciones son antisemitas
, empleando así la propaganda oficial de Israel de que toda crítica a ese país es antisemita
. Pero esto no está funcionando, ya que estudiantes judíos son parte clave de esta oposición, y algunos de sus aliados, como Bernie Sanders entre otros judíos, han reiterado que criticar al gobierno derechista de Israel por sus crímenes y atrocidades no tiene nada que ver con el antisemitismo.
Los estudiantes, a pesar de que está por llegar el cierre del año escolar, prometen que no suspenderán sus protestas hasta que se cumplan sus demandas.
¡Que vivan los estudiantes!
Angel Parra. Me gustan los estudiantes. https://open.spotify.com/track/5HeKnEytOv5c69mIHJB8Dv?si=79f21c9902224b28
Buffalo Springfield. For what it’s worth. https://open.spotify.com/track/1qRA5BS78u3gME0loMl9AA?si=51a6a84b850243e3