Viernes 3 de mayo de 2024, p. 5
París . La obra cumbre del pintor y figura del romanticismo Eugène Delacroix (1798-1863), La Libertad guiando al pueblo, volvió a exhibirse en el Museo del Louvre, después de seis meses de trabajos de restauración.
Considerada una de las pinturas emblemáticas del famoso museo parisino, el más visitado del mundo, con casi 9 millones de entradas el año pasado, el cuadro que data de 1830 recuperó sus colores tras el azote del tiempo, traducido en un notable ensombrecimiento y amarilleamiento del barniz.
Delacroix, representante relevante del Romanticismo en el siglo XIX, fue un colorista de excelencia, de ahí la importancia de que su pintura recupere el esplendor de antaño, aportado por un verdadero maestro a la hora de explotar los colores y su yuxtaposición.
El público interesado en apreciar La Libertad guiando al pueblo restaurada abarrotó la sala Mollien del Louvre.
En los días pasados, la pinacoteca que mira al río Sena generó expectativas al anunciar la exhibición nuevamente del óleo sobre lienzo de dimensiones de 260 por 325 centímetros.
La libertad guiando al pueblo recupera su brillo, la frescura y la maravillosa armonía de los colores propia de Delacroix, señaló en un comunicado la directora del Louvre, Laurence des Cars.
A propósito de los trabajos de restauración, el conservador del patrimonio Come Fabre estimó que hacen justicia al genial colorista, quien se inspiró para el famoso cuadro en la revolución de 1830, la cual condujo al derrocamiento de Carlos X.
La exposición consagrada a Delacroix en 2018 demostró que las obras del Louvre demandaban un rejuvenecimiento estético, apuntó Fabre citado por el museo en su página, que recordó la restauración el año pasado de La muerte de Sardanápalo, otra notable pintura del artista.
La pintura tiene como centro a una mujer que, evocando a una antigua diosa, sobresale en una barricada con la bandera francesa en una mano y un fusil en la otra, liderando al pueblo en la revolución, todo un símbolo universal.