El archivo abarca de 1960 a 1992 // Ya se gestiona la recepción del de Waldeen, adelantó Evoé Sotelo
Lunes 6 de mayo de 2024, p. 3
El archivo personal de Raúl Flores Canelo (1929-1992), uno de los pilares de la danza mexicana de la segunda mitad del siglo XX, fue donado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por su viuda, la nonagenaria bailarina y coreógrafa Magnolia Flores.
La firma del acta notarial de entrega-recepción se realizó el 27 de abril en la Dirección de Danza de la máxima casa estudios, al término de la cual se ofreció una conferencia para detallar los pormenores de ese acervo, el cual abarca de la década de 1960 a 1992, año de la muerte del maestro, y que quedará resguardado y disponible para su consulta pública en el Archivo Histórico de la UNAM.
En ese acto, la entonces titular de Danza UNAM, Evoé Sotelo, anunció asimismo que la instancia a su cargo comenzó las gestiones para recibir en donación para esa institución educativa otro importante archivo: el de Waldeen von Falkeinstein Brooke de Zatz, conocida como Waldeen, una de las pioneras de la danza moderna en México, junto con Anna Sokolow.
Según la ex funcionaria universitaria, quien a partir del 30 de abril fue sustituida por la bailarina y coreógrafa Claudia Lavista, el archivo de Flores Canelo da un recuento de su legado como bailarín, coreógrafo y diseñador de vestuario y escenografías.
El maestro era un artista integral. El acervo consta de documentos oficiales y personales, fotografías, dibujos, bocetos para vestuario o escenografías de sus obras
, detalló.
Está integrado por 0.45 metros lineales de carpetas con documentos, dos dibujos de escenografía y de vestuarios, 56 piezas doble carta con bocetos y 13 piezas tamaño doble carta con fotos.
Destacó que este es el segundo archivo personal que su administración en Danza UNAM gestionó de importantes figuras de la historia de la danza en México
, luego de que en 2018 recibió el del investigador y crítico de la especialidad Alberto Dallal.
El archivo de Raúl Flores Canelo enriquecerá la colección de Alberto Dallal Castillo como un testimonio en la historia de la danza, cuyo valor documental es invaluable para la historiografía e investigación de la danza en México, y su incorporación al Archivo Histórico de la UNAM favorecerá el desarrollo de investigaciones y estudios sobre la danza universitaria en México y otros países. Entre sus valores como patrimonio documental, destacan los testimoniales estéticos, artísticos e históricos.
Considerada a sus 98 años una de las leyendas de la danza mexicana, Magnolia Flores admitió que no recuerda cuántos documentos integran el acervo de su esposo, fundador del Ballet Independiente. Es una larga vida y son varios recuerdos
, acotó.
Sobre por qué la donación a la Universidad Nacional, señaló que es una de las instituciones con las cuales nací, me fogueé, continúe y hasta la fecha doy muchas gracias por continuar en esta vida, y sé que otros continuarán con la labor de la Universidad, lo cual agradezco
.
Acervo en estado excepcional
Por parte del Archivo Histórico de la UNAM, Paulina Michel, técnica académica de esa institución, destacó el excepcional estado de conservación del archivo Flores Canelo, así como la manera en que está ordenado; sin precisar fecha, consideró que estará listo para su consulta en un tiempo relativamente corto
, una vez que sea clasificado conforme a las normas internacionales.
Esta superordenado, y eso ayuda bastante, porque vamos a darle los toques finales. Va a ser relativamente muy sencillo, por el orden que tiene de origen. La conservación está bastante bien, no tiene hongos, no está roto ni maltratado.
Respecto de la donación del archivo de Waldeen, la ex bailarina y académica universitaria Claudia Cárdenas, quien fue su nuera, confió en que la nueva titular de Danza UNAM, Claudia Lavista, prosiga con las gestiones; consideró que tal archivo enriquecerá la visión sobre la historia de la danza mexicana, al lado del de Dallal y el de Flores Canelo.
Precisó que se trata de un acervo pequeño, resguardado en tres cajas de archivo muerto, integrado sobre todo por documentos personales de aquella bailarina de origen estadunidense, entre los que destacan su correspondencia con artistas plásticos, músicos y escritores de la época, entre ellos Diego Rivera y el poeta chileno Pablo Neruda, de quien hizo la primera traducción del español al inglés de Canto general, aunque jamás se publicó.