ras revelarse el fraude a la nación cometido por María Amparo Casar, junto con sus traficantes de influencias para cobrar a Petróleos Mexicanos una multimillonaria cantidad que no le correspondía, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos personales (conocido como INAI) inició una investigación de oficio por la divulgación de datos personales contenidos en diversos documentos del expediente del caso Márquez Padilla (ex marido de aquella), que fueron publicados por la Oficina de la Presidencia de la República el viernes 3 de mayo.

¡Qué rapidez!, porque para otras asuntos ese órgano autónomo suele ser más lento que el progreso, pero en el del citado fraude a Pemex actuó de inmediato, aunque tal vez por la premura olvidó una de sus propias resoluciones que en este caso concreto resulta fundamental para entender de qué se trata, tal cual lo dio a conocer ayer en la mañanera el director general de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero.

Detalló el funcionario que es importante señalar aquí que en esta andanada que se dio de parte de los grupos adversarios de este régimen, conservadores (se aseguró), que se habían violado los derechos de la familia, porque se dio a conocer (la información del caso). Y ante tal situación, Romero detalló:

“Quiero leerles una resolución del pleno del INAI sobre la publicación de carpetas de investigación a cargo de la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción. No les voy a leer todo el texto, porque es largo, pero sí un párrafo que lo dice todo: ‘la mayoría del pleno del INAI resuelve revocar la clasificación de la información con fundamento en el artículo 112 fracción II de la Ley de Acceso a la Información Pública’, y entre paréntesis dice: ‘no puede reservarse información relacionada con actos de corrupción –se cierra el paréntesis–, porque, de acuerdo con información periodística o declaraciones de autoridades distintas a la ministerial, los asuntos se relacionan con actos de corrupción’. De manera que la propia ley del INAI señala que no puede ser clasificada como reservada. Entonces, espero que esta información adicional que estamos dando deje claro qué fue lo que pasó”.

Así es: por decisión del ahora veloz INAI, si se trata de actos de corrupción (y el de María Amparo Casar lo es, sin duda alguna), tal instituto no puede reservar la información, es decir, la carpeta de investigación, los datos en ella contenidos, los beneficiarios, el monto de los recursos pagados por Pemex a lo largo de 20 años, el seguro y demás, no goza de secrecía, especialmente cuando el monto involucrado en este enjuague con recursos públicos crece como la espuma: de 17.1 millones en febrero pasado, a 31 millones el viernes anterior y, ahora, hasta donde va, a 48 millones. Pero al INAI se le olvidó, porque debe proteger a su amiga.

Algo más dijo ayer el director general de Pemex: ¿por qué consideramos esto un acto de corrupción? Porque, siendo suicidio, se le dio trato de accidente, y es el resolutivo que señala el cierre de la averiguación de la fiscalía. Y cuando yo señalaba que pocas horas después del accidente se presentaron familiares, cuñados y hermanos del occiso, el señor Juan Rebolledo Gout (salinista de hueso colorado y funcionario en su gobierno), José Ignacio Cossío Pérez (hermano de María Amparo) y Federico Javier Márquez (hermano del occiso), bueno, en la carpeta de cierre, en la parte final, ya cuando cierran y dicen que fue suicidio, hacen un señalamiento de que hay que enviarle copia del cierre de la carpeta en sobre cerrado al señor Juan Rebolledo Gout, de manera que los familiares estaban enterados de qué fue lo que pasó, qué fue lo que resolvió la fiscalía. Con todo, y con la cara más dura que el concreto, la directamente involucrada en este acto de corrupción asegura que hasta ahora me entero de que fue suicidio.

El presidente López Obrador remató todo esto, relacionado con el desplegado de los amigos de Casar, “ahora que dan a conocer el manifiesto, los abajo firmantes en lugar de meterse al fondo, si hubo o no hubo corrupción, recurren al INAI, que es hechura de ellos, para decir ‘se violó la privacidad’, como si fuera válida la corrupción siempre y cuando se mantenga en secreto”.

Las rebanadas del pastel

Por cierto, esos mismos abajo firmantes (más la Casar y otros) se han quedado roncos, porque no transcurre día sin que griten a los cuatro vientos que el gobierno se va a robar las Afore, se quiere robar tu ahorro, tu dinero, pero han permanecido mudos sobre la corrupción y el tráfico de influencias de su amiga.

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