Jueves 9 de mayo de 2024, p. 5
Una nueva discusión se avecina en el Instituto Nacional Electoral (INE) respecto de los alcances del cara a cara
en el tercer debate presidencial a realizarse el domingo 19 de mayo.
El dilema se refiere a la forma del último bloque del formato aprobado meses atrás, pero que resultará fundamental en el encuentro, o al menos así lo perciben los contendientes.
Parte de los consejeros apuesta por delinear los temas de discusión a partir de preguntas lanzadas por los propios aspirantes hacia sus rivales, es decir, uno de los tres hace el cuestionamiento y los otros responden, y al término se da un minuto para réplica al que formuló la interrogante. Todos tendrían la oportunidad de abrir fuego.
Otros consejeros –del ala de la presidenta Guadalupe Taddei Zavala– buscan que la parte final del debate se nutra de seis preguntas formuladas por los candidatos, pero que éstas pasen por una revisión para garantizar que no hay calumnias. Los tópicos serían elegidos por los moderadores y presentados a los participantes, con la precisión pública de señalar quién hizo cada cuestionamiento. Incluso si los oradores no se apegan al sentido de la pregunta, los moderadores podrían interrumpir para llamar al orden.