Miércoles 15 de mayo de 2024, p. 19
A poco menos de tres semanas de las elecciones para renovar la Presidencia, el Congreso, nueve gubernaturas y centenares de cargos locales, la percepción que tienen los ciudadanos sobre la economía será uno de los factores que influirán en el voto, mencionaron expertos.
Las mediciones oficiales revelan que la percepción que tienen los consumidores mexicanos sobre la economía del país y la de sus familias se encuentra en el punto más alto desde que hay datos disponibles.
En abril, última actualización, el indicador de confianza del consumidor en México alcanzó 47.3 puntos, el mayor nivel desde que se tiene registro, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Este indicador ya había mostrado correlación con el contexto político en julio de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador ganó la elección con la promesa de impulsar un modelo económico que antepusiera a los pobres: se disparó 16.8 puntos en un mes y no lo ha vuelto a hacer en esa magnitud.
Varios factores pueden determinar el voto, y la impresión sobre la economía es uno de ellos, explicó Moritz Cruz, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La percepción viene de lo que estás viviendo, más allá de los indicadores macro, cómo las decisiones de política han impactado en tu vida de manera directa
, amplió.
Pese a la pandemia de coronavirus, que causó la mayor contracción económica en décadas, y una inflación acumulada de 30.4 por ciento en lo que va del sexenio, los indicadores de confianza sobre la economía familiar y del país se encuentran en su mayor nivel.
Los datos macroeconómicos muestran que en promedio el crecimiento en los primeros cinco años de este sexenio alcanzó 0.9 por ciento anual, un resultado en el que influyó la contracción de 8 por ciento en 2020, cuando el covid-19 paralizó al mundo; asimismo, la inflación en el periodo estuvo determinada en parte por la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania.
En otro sentido, el desempleo ronda 2.7 por ciento, el más bajo reportado y con zonas del país donde faltan trabajadores para satisfacer la demanda de la industria, y como parte de las políticas salariales, la remuneración mínima se ha incrementado 90 por ciento en términos reales desde diciembre de 2018, mientras la pobreza se redujo de 41.9 a 36.3 por ciento.
Moritz Cruz detalló que, al margen de los datos macroeconómicos, los incrementos salariales, el empleo y las transferencias monetarias de programas sociales son algo más cercano a las personas y a su manera de percibir la situación económica. Y el voto es un mecanismo para cambiar su realidad.
Datos del Comparative Study of Electoral Systems (CSES) muestran que a escala mundial la probabilidad de que una persona vote en contra del partido en el gobierno si cree que la economía mejoró en el último año es de sólo 0.33
, de acuerdo con un estudio de BGC, consultora de opinión pública de Ulises Beltrán, académico y ex asesor técnico de los presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.
La tendencia del comportamiento de los votantes mexicanos no es muy diferente. En 2003, 2006, 2012 y 2015 estuvo ligeramente por debajo del promedio mundial. No obstante, los votantes utilizaron las elecciones de 1997 para castigar al gobierno por la crisis económica de 1994-1995.
En 1997, si una persona consideraba que la economía había empeorado el año anterior tenía una probabilidad de casi 50 por ciento de votar en contra del Partido Revolucionario Institucional.
De igual forma, las elecciones de 2009 y 2018 fueron utilizadas por los votantes para mostrar su descontento con la crisis de 2008 y la recesión de 2018, explicó. Al mismo tiempo, no se observa que la crisis económica derivada de la pandemia de covid-19 en el país se haya alejado del promedio mundial.