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Ministro Laynez Potisek admite una desconfianza de la sociedad en nosotros

Llama a 46 nuevos jueces de distrito a buscar la justicia en todos y cada uno de los aspectos de su vida

 
Periódico La Jornada
Martes 28 de mayo de 2024, p. 11

El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Javier Laynez Potisek aseveró que los jueces deben llegar a ese puesto exclusivamente por el mérito académico, profesional y ético. Enfatizó que este sistema es el que ha demostrado ser garante de la neutralidad e independencia del juzgador frente a las partes, frente a los poderes constituidos o frente a los poderes fácticos.

En contrapartida, afirmó que por esta gran responsabilidad corresponde al Estado mantener la dignificación de la función jurisdiccional, condiciones adecuadas para el desempeño, un salario remunerador y un haber de retiro digno.

Ayer se llevó a cabo la sesión solemne conjunta de los Plenos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) con motivo de la toma de protesta de 46 jueces de distrito.

Durante su discurso, Laynez Potisek señaló que los jueces de distrito serán el primer punto de contacto que las personas tendrán con el Poder Judicial de la Federación, ya que en sus manos, en su raciocinio y en su sensibilidad recae la responsabilidad primaria de sostener el aparato de justicia. Ustedes serán la primera línea a la hora de dirimir conflictos sociales o individuales, lo que contribuye a garantizar la paz social.

Reiteró que este compromiso explica por qué la carrera judicial se convierte en un imperativo para la correcta consecución de los objetivos judiciales, además de asegurar que personas como ustedes acceden a estos cargos al contar con la debida preparación técnica, así como garantizar su capacitación a lo largo de toda la vida profesional. Es a través del mérito que el juez garantiza su independencia en el desempeño de su encargo.

Advirtió a los nuevos magistrados que todas sus acciones, incluso aquellas que en principio no sean parte de la función jurisdiccional, estarán sujetas al escrutinio público.

Su comportamiento hacia el personal a su cargo, y también hacia los justiciables, así como las interacciones que realicen en redes sociales y en eventos públicos, serán analizadas estrictamente por la sociedad, y con buena razón. Si van a dedicarse profesionalmente a impartir justicia, es necesario el hábito de buscarla incansablemente en todos sus actos, en todas sus decisiones, en todos y cada uno de los aspectos de su vida.

Destacó que atravesamos un contexto complejo de inseguridad, desesperanza o polarización, (a lo que) hay que sumar una minada confianza de la sociedad respecto de la capacidad del Estado de hacer justicia y una desconfianza en nosotros.

Por esto, apuntó, “nuestra responsabilidad como juzgadores ya no sólo se limita a recibir, integrar con diligencia, estudiar con profundidad y resolver con prontitud un expediente. Hoy el reto que todos tenemos es, sin duda, más difícil. Necesitamos reflexionar constantemente sobre aquellos aspectos de nuestra labor que deben mejorarse. Como juzgadores, debemos estar siempre abiertos al escrutinio y crítica pública, a reconocer con humildad cuando fallemos –porque algunas veces fallarán–. Sin esta actitud crítica, será imposible mejorar la impartición de justicia, así como construir un mejor Poder Judicial de la Federación”.