Sabinas, Coah., Claudia Escobar Pacheco, esposa de Raúl Villasana Cantú, uno de los 65 mineros que fallecieron en la carbonera Pasta de Conchos la madrugada del 19 de febrero de 2006, reclamó que los dejaron morir al enterarse de que las brigadas de búsqueda hallaron restos de los trabajadores en una zona de la excavación donde no se observan indicios de que haya ocurrido una explosión.

Informó que personal de la Comisión Federal de Electricidad –a cargo de las labores en la mina para habilitar condiciones de búsqueda–, la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, y la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, dieron a conocer a los familiares de las víctimas que se encontraron restos humanos que podrían corresponder a unos 13 mineros.

No han llegado hasta ahí, pero se miran desde las puertas, donde abrieron, en la lumbrera 1 ya alcanzan a ver, dijo en entrevista colectiva después de una reunión virtual que sostuvieron los deudos con los representantes del gobierno federal.

Precisó que Velázquez mencionó algo muy importante para ellos, que ahí no hubo explosión, que ahí está como si hubiera sido nada más el caído (derrumbe), pero no hay nada quemado; los dejaron morir.

Lo anterior coincide con la teoría del obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera López, respecto a que los trabajadores no fallecieron por la explosión, sino en espera de ser rescatados, pero la empresa Grupo México e Industrial Minera México optaron por sellar el socavón.

“Estamos muy consternados porque siempre fue un ‘a lo mejor’, pero ahorita es algo que ya está comprobado, todavía se van a hacer muchos estudios, pero todo apunta a que los dejaron morir”, insistió Claudia Escobar.

Añadió que se harán los estudios forenses corresponidenres para determinar con precisión las causas de los decesos y cuánto tiempo permanecieron los trabajadores con vida al interior de la mina.

Recalcó que el hallazgo marca también la pauta para que se castigue a los responsables de la tragedia ocurrida la madrugada del 19 de febrero de hace 18 años, cuando la mina explotó por acumulación de gas metano. En el turno laboraban 78 trabajadores, 13 de los cuales salieron vivos.

Mineros y familiares acusaron a las empresas a cargo de haber obligado a los obreros a ingresar al lugar a pesar de que no contaba con condiciones mínimas de seguridad.

Perdonamos como seres humanos, pero no podemos olvidar y dejar a un lado lo que ha pasado durante muchos años y que ha dañado tantas familias. Queremos que se haga justicia, indicó Escobar.

Por su parte, Cristina Auerbach, coordinadora de la asociación civil Familia Pasta de Conchos, que agrupa a parientes de las víctimas, refirió que las autoridades mostraron a las viudas fotografías del interior de la excavación donde se observan restos humanos.

Consideró positivo este hallazgo, pero también puntualizó que es indispensable que haya castigo para los responsables de obligar a los mineros a laborar en condiciones inhumanas e inseguras.